El hecho ocurrió en el centro comercial DFO Homebush de Sídney, Australia, y por ese delito esta semana, el hombre fue condenado a 4 años y medio de prisión, publica el diario The Sydney Morning Herald.

Según el relato de ese medio, Al Bayati, un refugiado iraquí de 30 años, aprovechó que la niña estaba sola en la zona de juegos y se puso a llorar. Ahí encontró su excusa para acercársele y fingir que quería tranquilizarla. La engañó diciéndole que la iba a llevar junto a su madre, la agarró de la mano y la llevó a un lugar retirado, lejos de las miradas y las cámaras, para cometer el abuso.

Once minutos después, la misma cámara tomó saliendo del lugar a guardia con la menor, a la cual devolvió a la zona de juegos. Allí ya se encontraban la hermana mayor, de 7, y la mamá de la víctima, que estaban angustiadas buscándola, detalla el rotativo australiano.

Para pasar desapercibido y en un acto de descaro, Al Bayati regañó fuertemente a la madre por haber dejado a su hija sola por irse de compras. A la mujer nunca se le pasó por la cabeza que el hombre le había hecho algo.

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Más tarde, ese mismo día, la niña de 3 años se quejó ante su padre, contándole que un “policía” hacía “bum bum”, según dijo el juez John Pickering, que condenó al hombre este martes.

Especialistas de la policía australiano que entrevistaron a la menor llegaron a la conclusión de que mientras Al Bayati estaba con ella en la escalera de incendios, expuso su pene y la tocó inapropiadamente, incluyendo su ropa interior, con el fin de obtener placer sexual, detalla The Sydney Morning Herald.

A pesar de la condena, el iraquí sigue negando que haya abusado a la menor. Durante el juicio alegó que no hay filmaciones que lo corroboren y le preguntó al juez: “¿Por qué iba a hacer eso? Solo revisa mi teléfono y mira cuántas chicas tengo”, cita ese diario.

A continuación, el video de Mohammad Hassan Al Bayati llevando a la niña a una zona alejada: