Desde el lanzamiento del telescopio espacial James Webb, en diciembre de 2021, se ha logrado tener varios hallazgos sobre el universo, como la galaxia en espiral conocida como LEDA 2046648 que se parece a nuestra Vía Láctea o la imagen que deja ver los anillos de Urano. Estos datos que parecían solo quedar en el imaginario, pero hoy se pueden develar gracias a este avance científico.
Si bien este increíble avance no tiene la capacidad de irse al pasado o retroceder en el tiempo para mostrar un detalle de cómo se crearon las cosas en el mundo, lo que hay que resaltar es que gracias a la observación de las otras áreas del universo ha generado un fortalecimiento en los análisis sobre algunas construcciones de la Tierra.
Los investigadores se centraron en la estrella PDS 70, la cual es similar a nuestro Sol, solo que más joven y más fría. Está ubicada a unos 370 años luz de la Tierra y en su cercanía se están creando discos protoplanetarios de los que nacen futuros planetas.
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Según ‘National Geographic‘, los discos protoplanetarios son todo el conjunto de material que rodea a una naciente estrella, formada inicialmente por diminutas partículas de polvo y gas que la rodean. Las zonas más alejadas del disco contienen hielo disperso, mientras que las cercanas están creadas por material rocoso y metálico. De las colisiones entre esos primeros cuerpos sólidos en escalas temporales mucho mayores surgirán más tarde los planetas rocosos como la Tierra. Esto deja ver que al rastrear esto se puede observar cómo se formaron los planetas de nuestro sistema solar.
Ahora bien, con la tecnología de este telescopio esta vez el equipo pudo ver la presencia de moléculas de agua en la parte interna de los discos protoplanetarios de estas estrellas. Las pequeñas rocas sólidas están formadas por uno o más minerales, en este caso de mercurio con otro metal, hielos y materia orgánica que chocan entre sí y forman un porcentaje de vacío que logra que puedan incorporarse el hielo fácilmente.
Según los científicos, una posible explicación para la presencia de agua es por el oxígeno y el gas de hidrógeno que ingresa a los bordes exteriores de la estrella PDS 70 el cual pudo combinarse para formar vapor de agua. Otra posibilidad es que las partículas de polvo recubiertas de hielo se transporten desde el disco exterior frío al disco interior caliente, donde el hielo de agua se exalta y se convierte en vapor.
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Sobre la cercanía de la Tierra al Sol y la similitud de la estrella con la nuestra, la hipótesis que se da frente a estas observaciones es que, en su momento, esas moléculas son las que llegaron a configurar toda el agua que llegó al mundo.
“En el sistema PDS 70, hay bastante agua disponible durante el proceso de formación de planetas rocosos”, dijo Thomas Henning, coautor del estudio y astrofísico y director gerente del Instituto Max Planck de Astronomía.
Hasta ahora, los científicos no han visto ningún planeta cerca del centro del disco de PDS 70. El equipo utilizará dos instrumentos más de Webb, NIRCam (cámara de infrarojo cercano) y NIRSpec (Esprectrógafo de infrarojo cercano) para estudiar más el sistema PDS 70 y tener mejores resultados.
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