Fue hallada muerta y con signos de violencia dentro de su vivienda, ubicada en Addington’s Grove Road en Christchurch (Nueva Zelanda), este sábado hacia las 10:00 de la noche, y luego de que sus amigos alertaran a las autoridades de situaciones inusuales dentro de la casa, confirmó Blu Radio.

Al parecer, la colombiana tenía una cita con sus amigos para ir en la mañana a una caminata y hacer actividades físicas; sin embargo, no llegó al lugar del encuentro y eso despertó sospechas de que algo no estaba bien, señaló Stuff, medio de ese país.

Los amigos de Bonilla se acercaron a su casa y se percataron de que las luces estaban encendidas y su vehículo permanecía en el parqueadero, a pesar de que ella no respondía sus mensajes ni llamadas. Por esto dieron aviso a la Policía, informó el portal extranjero.

Enseguida, las autoridades confirmaron que se trató de un homicidio, sin revelar las causas del crimen, y que ya comenzaron las indagaciones con la ayuda de las cámaras de seguridad del sector.

“La policía no ha realizado ningún arresto y continúa con las investigaciones en el área para dar cuenta de la actividad en la escena, en las 24 horas previas al hallazgo del cuerpo, el sábado por la noche”, dijo el detective inspector Scott Anderson, citado por Stuff.

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La familia de la joven —que viajó a Nueva Zelanda en 2011 para estudiar inglés y se quedó ejerciendo su profesión como diseñadora 3D— ya fue notificada del hecho.

Durante su estadía, Bonilla conoció a Oriana Perkinson, una ciudadana venezolana, con quien comenzó una relación sentimental desde 2011 hasta 2016. Ella la describió como “una chica tranquila y reservada, talentosa y tenaz” que le gustaba el baile, señaló el medio local.

“Ella siempre estuvo muy enamorada de lo que hacía con su diseño en 3D […]. Juntas logramos ir a Universal Studios y Disney World, que era uno de sus sueños ir a ver esos lugares porque era su sueño trabajar en una empresa como esa”, contó Perkinson a ese portal.

Bonilla era amante de las caminatas, de usar la bicicleta y, actualmente, se dedicaba a la fotografía.

Lo último que se supo de la vida privada de Bonilla es que vivía con un hombre y “se separaron hace, aproximadamente, un mes cuando él se mudó a Australia porque tuvo que cerrar su negocio debido al COVID-19”, agregó el medio digital.