Cerca de la segunda vuelta presidencial, que se disputará entre los candidatos Guillermo Lasso y Andrés Arauz, Ecuador vive uno de los momentos más tensionantes en la historia de sus cárceles, evento que BBC califica como “espeluznante”.

Varias de las problemáticas que vive el país estallaron en prisiones como la de Cuenca, Guayaquil y Latacunga; los fallecimientos de las últimas horas son casi el doble de los que se vieron en lo corrido de 2020: 48.

Pese a que las masacres que se han presentado en los centros penitenciarios son producto de altercados entre presos, lo cierto es que el gobierno de Lenín Moreno parece haber perdido el control de los reclusorios y hay varias razones detrás este problema.

Lee También

Narcotráfico en Ecuador

Según El Comercio, las bandas criminales conocidas como ‘los Pipos’, ‘los Lobos’, ‘los Chone Killers, los Tiguerones y ‘los Choneros’ fueron quienes desataron la ola de enfrentamientos que han acabado, según el último reporte, con cerca de 79 presos.

Luego de la muerte de Jorge Luis Zambrano (alias ‘Rasquiña’), quien había llegado a acuerdos con las organizaciones mencionadas, se produjo un duelo de poderes, pues las bandas buscan quedarse con el liderato, indicó el medio. Las alianzas terminaron cuando el hombre falleció.

BBC citó un artículo del portal especializado Insight Crime, en donde se asegura que detrás de esta lucha por el mando hay un bien mayor, pues Ecuador se convirtió en la “autopista de la cocaína que va hacia Estados Unidos y Europa”.

Los narcotraficantes colombianos ya no enviarían los embarques directamente, al menos “un tercio de la cocaína procedente de Colombia” se llevaría al país vecino, añadió Insight Crime.

(Vea también: Caen 23 toneladas de coca, enviadas desde América, en histórica incautación en Europa)

La austeridad golpeó a las cárceles ecuatorianas

La reducción en los presupuestos fue otro golpe que causó un efecto en la vida de los reos, pues aunque aumentó la población carcelaría en los últimos tiempos, la cantidad de personas a cargo de ellos sigue siendo la misma, aseveró BBC.

Los recursos destinados por el Gobierno a las cárceles es insuficiente y, en la mayoría de prisiones, un vigilante debe cuidar a al menos 27 reclusos, cuando la norma general está “en uno por cada nueve”, como informó el medio, que agregó que así es muy difícil controlar los movimientos de los presos.

Lo anterior también va de la mano con el hecho de que durante 2019 y 2020 parte del personal del Ejército ecuatoriano se encargó de reducir la violencia en los centros penitenciarios, pero la Corte Constitucional prohibió seguir usando esta medida en octubre de 2020, añadió el portal Primicias.

(Vea también: “Por hambre, niñas cada vez más jóvenes se prostituyen en Venezuela”: misioneros juveniles)

Hacinamiento desestabilizó las cárceles en Ecuador

El último medio citado recordó en otro artículo que, según el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, las cárceles del país vecino tienen la capacidad de soportar a 28.500 convictos pero, hasta 2019, los centros tenían 41.826.

Dadas las cifras, la falta agentes de seguridad genera una desequilibrio a la hora de intentar controlar a los presos.