Este martes 25 de enero, la Policía de Nueva Zelanda informó que el hombre capturado tiene 35 años y es sospechoso por el crimen de la colombiana en el exterior, ya que los inspectores habrían encontrado pruebas en su contra luego de inspeccionar su residencia, según el portal local Stuff.

El cuerpo de Bonilla Herrera, de 37 años y oriunda de Villavicencio (Meta), fue hallado sin vida dentro de su casa en Grove Road, Addington’s (Christchurch), hacia las 10:00 de la noche del pasado sábado, de acuerdo con medios internacionales.

Pese a que se conocía que la mujer había muerto en circunstancias violentas, las autoridades confirmaron en las últimas horas que Bonilla Herrera fue víctima de una agresión brutal en la que, incluso, fue retenida en su propia vivienda.

“Fue objeto de un ataque extremadamente violento en su casa, incluida la inmovilización, y sufrió heridas de cuchillo”, añadió el medio de ese país.

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Hasta el momento se desconocen las causas de la agresión; no obstante, el sospechoso deberá comparecer, este miércoles en la mañana, ante el Tribunal de Distrito de Christchurch.

Por su parte, el detective inspector Scott Anderson indicó que la investigación del homicidio sigue en curso, por lo que las inspecciones en la escena del crimen y la zona continuarán en los próximos días.

“Me gustaría agradecer a la comunidad de Grove Road y sus alrededores por su asistencia para ayudar al equipo de investigación a lograr este resultado en un periodo tan relativamente corto […]. Con suerte brindará algo de alivio a los seres queridos de Juliana, particularmente a su familia en Colombia, en este momento triste”, manifestó el oficial, citado por Stuff.

La colombiana tenía una cita con sus amigos para ir en la mañana del sábado a una caminata, pero nunca llegó al encuentro por lo que sus amigos alertaron a la Policía.

Bonilla Herrera se había radicado en Nueva Zelanda en 2011 para estudiar inglés, pero se quedó allí y actualmente trabajaba como diseñadora 3D.