Luego de la carta de apoyo suscrita por los mandatarios Manuel López Obrador, de México, Luis Arce, de Bolivia, y Gustavo Petro, de Colombia, en favor de la expresidente de Argentina, Cristina Fernández, acusada por la Fiscalía de ese país por corrupción, el presidente de ese país, Alberto Fernández, envió un mensaje que causa controversia en Latinoamérica.

En su alocución presidencial de las últimas horas, Fernández lanzó una frase sobre el fiscal del caso que sacudió al país y al continente, “Nisman se suicidó, yo espero que no haga algo así el fiscal Luciani”.

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Los fiscales Alberto Nisman y Diego Luciani tienen algo en común, ambos investigaron a la poderosa exmandataria, hoy vicepresidente de Argentina.

No se borra de la memoria una muerte.  El 18 de enero de 2015, Alberto Nisman fue encontrado desgonzado en el suelo en su apartamento en el edificio Torre Bulevar en Puerto Madero.

Tenía un disparo en la cabeza y el arma utilizada era de un subordinado. Su aparente suicidio se registró horas antes que testificara en contra de Cristina Fernández por graves delitos, entre ellos, traición a la patria.

Tres años después se manejó la tesis que su muerte fue producto de un homicidio. Un peritaje de la gendarmería estableció que fue drogado en el baño y luego ultimado.

La historia motivó la producción de un documental en Netflix en el que se registraron cientos de testimonios, entre esos, el del hoy presidente Alberto Fernández quien en uno de los apartes señaló, “hasta el día de hoy, dudo de que Nisman se haya suicidado”.

 Una declaración que hizo en 2017, dos años antes de ser elegido presidente y Cristina Fernández vicepresidente.

Ya como mandatario en una entrevista a Radio 10 aseguró que no había incurrido en ninguna contradicción y señaló, “me gustaría saber qué pasó con Nisman y si realmente sé suicidó y porqué”.

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Dos años después de esas declaraciones, el presidente de Argentina volvió a conmocionar al país, esta vez asegurando que esperaba que el nuevo fiscal que tiene contra las cuerdas a su vicepresidente no se vaya suicidar.

Se refiere a Diego Luciani, un aventajado fiscal argentino de 49 años de edad, graduado de la Universidad de Buenos Aires. Casi toda su carrera ha sido en la Rama, fue juez de instrucción, luego fiscal local y ahora fiscal federal, luego de ganar un concurso de méritos. Hoy tiene a cargo el caso más importante de su carrera.

El pasado 22 de agosto en sus alegatos de inicio frente a un Tribunal señaló a la vicepresidente de liderar un entramado de corrupción cuando fue presidente de Argentina.

Aseguró que ocho días antes de que Néstor Kirchner asumiera como presidente de Argentina en 2003, Lázaro Báez fundó una empresa constructora denominada Austral Construcciones. 

Entre 2003 y 2015 le fueron adjudicadas 51 licitaciones de obra pública, equivalente al 78 % de las obras asignadas a la provincia de Santa Cruz. Solo 27 de estas obras fueron entregadas, las demás sufrieron retrasos y 24 fueron abandonadas.

El otro cuestionamiento del fiscal fue que en todas se entregaron anticipos y que en unas ni siquiera se tenía un presupuesto designado antes de ser convocadas. 

Señaló además que los esposos Kirchner durante sus mandatos fueron los encargados de elaborar dichos presupuestos y que a través de decretos, resoluciones y demás actos administrativos, habilitaron millonarios fondos a Báez qué pasó de ser un empleado de banco a un multimillonario constructor en Argentina.

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Por estos hechos, el fiscal al que el presidente de Argentina deseó no se suicidara como el fiscal Nisman, le pidió al Tribunal una condena de 12 años de prisión e inhabilidad perpetua en contra de la actual vicepresidente. 

Por lo pronto la exmandataria sumó el respaldo de tres mandatarios quienes a través de un comunicado calificaron la investigación del fiscal Luciani como una persecución judicial. Señalaron que es un intento de apartar a Cristina Fernández de la, “vida pública, política y electoral, así como sepultar los valores e ideales que representa, con el objetivo final de implantar el modelo neoliberal”.

En Colombia, la suscripción de esta carta por parte del presidente Gustavo Petro desató una ola de cuestionamientos de diferentes sectores quienes además le recordaron su postura cuando criticó en agosto de 2020 a Mike Pence, senador republicano, quien cuestionó a la Corte Suprema de Justicia por la decisión de imponer medida de aseguramiento de detención preventiva en contra del expresidente Álvaro Uribe por el caso de presunto soborno a testigos.

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En su momento, Petro señaló; “digámosle a este señor en su cuenta que debe respetar la independencia del poder judicial de Colombia y que deje de intervenir en nuestros asuntos internos”.

Frente a la polémica, el fiscal Luciani se pronunció en la últimas horas y en declaración al diario La Nación señaló; “es preocupante el grave avasallamiento de las instituciones por parte de un Presidente de la Nación o el Ministro de Seguridad, que deberían ser los primeros en practicar los valores republicanos. No deben olvidarse de que representa a toda la ciudadanía”.