El pasado 9 de septiembre, unos secuestradores irrumpieron en el santuario Animales jóvenes confiscados en Katanga (JACK por sus siglas en francés), de la República Democrática del Congo, y se llevaron a tres chimpancés bebés. Eran las 3 de la mañana, y cuando Franck Chantereau y Roxane Chantereau, fundadores de santuario, llegaron al lugar, se dieron cuenta de que habían secuestrado a César, Hussein y Monga, tres de los cinco chimpancés que han rescatado a lo largo del año. Los otros dos estaban escondidos en la cocina del santuario.

“Esta es la primera vez en el mundo que los simios bebés son secuestrados para pedir un rescate”, dijo Franck Chantereau a CNN. Una hora después del allanamiento, Roxane, esposa de Franck, recibió tres mensajes y un video de los chimpancés secuestrados. “Nos dijeron que tenían planeado secuestrar a mis hijos porque se suponía que venían aquí de vacaciones. Pero no vinieron, así que los secuestradores tomaron como rehenes a estos tres bebés y nos exigieron una gran cantidad para el rescate”, dijo el fundador.

(Lea acá: Primer clon de un lobo salvaje del Ártico fue todo un éxito: cumplió 100 días y ya juega)

En los días posteriores al secuestro, recibieron más mensajes amenazando con decapitar a uno de los chimpancés y vender a los otros dos a traficantes chinos, dijo a The New York Times Roxane Chantereau. Desde entonces, sin embargo, no han recibido más información. “No tenemos noticias, lo que nos preocupa mucho”, manifestó Chantereau a ese diario.

El centro ofrece un refugio para 40 chimpancés y 64 monos de 14 especies, todos rescatados del comercio ilegal de vida silvestre del Congo. A pesar de que el secuestro es el primero de su tipo, el santuario ya había sido atacado. Meses después de su fundación en 2006, un grupo de personas entró durante la noche y prendió fuego al dormitorio de las crías de chimpancé, matando a dos de los cinco que se encontraban allí en ese momento.

Michel Koyakpa, asesor de medios del ministro de Medio Ambiente de la República Democrática del Congo, dijo a CNN que el gobierno no cederá a la petición de los secuestradores. Calificó el hecho de “inhumano y antinatural”. Agregó que las autoridades aún están investigando y tratando de identificar a los secuestradores, con la esperanza de encontrarlos en los próximos días o semanas.

Lee También

En la noche del secuestro, los guardias del santuario dijeron no haber visto ni oído nada, y los investigadores tampoco encontraron evidencia de que los secuestradores hubieran entrado forzadamente. Por esto, los Chantereau están “bastante seguros” de que los delincuentes deben tener una conexión con al menos uno de los miembros de su personal.

A pesar de las circunstancias, los fundadores están tratando de mantenerse optimistas, esperan que la atención pública que está atrayendo el caso alentará a los secuestradores a devolver a los tres chimpancés.