El saldo de ejemplares muertos frente a las costas de la Península Valdés, en la Patagonia argentina, ascendió a 30 según informó este viernes el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), que reportó sobre el riesgo de una calamidad ambiental.

Se trata de ballenas que perdieron la vida por el fenómeno de la ‘marea roja’ que sucedió en las últimas semanas, pero que quedaron varadas en una zona poco accesible y recién pudieron ser avistadas.

“Todos los individuos hallados durante el relevamiento aéreo se encuentran en un estado de descomposición avanzado, sugiriendo una fecha de muerte en un lapso de tiempo similar a los ejemplares que fueron encontrados antes y que muchos se encuentran en áreas de difícil acceso”, explicó el director científico del ICB, Mariano Sironi.

Lee También

Argentina: 30 ballenas murieron por intoxicación

La primera adulta muerta esta temporada fue reportada el 24 de septiembre. A partir de ese momento, se registraron un total de 18 ejemplares adultos y juveniles sin vida hasta el 10 de octubre, día en el que se empezó a encontrar otra decena de animales fallecidos en diferentes áreas del Golfo Nuevo, previo al relevamiento aéreo, precisó el parte.

Aunque aún no se han confirmado las causas de la mortandad, los expertos trabajan sobre la hipótesis que relaciona esas muertes con intoxicación por floraciones algales nocivas, también conocidas como mareas rojas, debido a que en las muestras de algas y bivalvos se detectaron niveles muy altos de biotoxinas.

Se trata de un fenómeno natural pero potenciado por las actividades humanas que, según los expertos, está llegando a su fin. El jueves pasado se registraba una fuerte reducción de las biotoxinas en la zona, al bajar de 18.000 a 2.700 unidades.

El Golfo Nuevo y Península Valdés, paraísos del turismo y de los biólogos marinos, recibieron este año unas 1.420 ballenas francas australes, el mayor número en 51 años y a un siglo de prohibirse su cacería comercial, una noticia alentadora que se empañó con la mortandad registrada desde el 24 de septiembre, a 1.300 kilómetros al sur de Buenos Aires.