El ciudadano ecuatoriano fue entrevistado en la televisión argentina, donde le preguntaron por el costo de vida en el Mundial Qatar 2022 y cómo le ha parecido el lujoso país de Medio Oriente.

Para sorpresa de muchos, el ecuatoriano le restó importancia a lo caro que sale ese país que alberga la Copa del Mundo.

Este es el video del ecuatoriano alardeando sus dólares:

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“Para mí, un Mundial sumamente económico. Quizás nuestra economía puede estar más alta, pero me parece económico. Creo que es porque nosotros nos manejamos en dólares, así es de mejor forma”, expresó el hombre ecuatoriano.

Sin embargo, en los comentarios del video viral, muchos ecuatorianos dijeron que el hombre ganaba bien y por eso era barato, pero que para el ecuatoriano promedio era muy duro ir al Mundial Qatar 2022.

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“Como ecuatoriano, puedo decir que tampoco es tan normal en torno a la economía nacional. Quizás a nivel de clase media y clase alta si es algo normal”, dijo un joven identificado como Pedro Estrella.

Decenas de comentarios apuntaban en ese sentido y aclaraban que no era un viaje pagable para todos los ecuatorianos.

Una cerveza en Qatar 2022 vale 64.000 pesos colombianos

En la noche del sábado, Catar habilitó la venta de cerveza en el concurrido Fan Fest de la ciudad de Doha. El resultado no fue tan inesperado: miles de personas se aglomeraron para tomarse una fría.

Algunos turistas que hicieron la interminable fila, en su mayoría latinos, contaron por qué hicieron hasta una hora de fila para una cerveza que cuesta unos 64.000 pesos colombianos.

“Me ha llevado entre 40 minutos y una hora conseguirlas. Me han costado unos 250 pesos mexicanos (64.000 pesos colombianos) y en mi país habrían sido unos 20 o 50 pesos en el estadio (entre 5.000 y 12.000 pesos colombianos). Hay que respetar las reglas de este país, pero la cerveza es fundamental para pasarlo bien”, dijo a El País un turista mexicano identificado solamente como Alan.

Otros, cerveza en mano, criticaron las duras restricciones que la ley islámica de Catar impone y que complica enormemente algo tan simple como tomar una cerveza en la calle.