El actor William Levy nació en La Habana, Cuba, el 29 de agosto de 1980 y, aunque, actualmente goza de fama y una buena vida, en su niñez no fue así.

Poco antes de cumplir 15 años, Levy emigró legalmente a Estados Unidos debido a que su padrastro obtuvo asilo político y pudo sacar a su familia de la isla.

(Vea también: William Levy subastó besos y antojadas del actor pagaron buena cantidad de plata)

Radicarse en ese país le permitió cumplir uno de sus sueños: ser actor, por lo que estudió artes escénicas en Miami, Los Ángeles, y Ciudad de México.

¿Cómo fue la infancia de William Levy?

El actor le contó a la revista GQ, que, aunque en su estancia en Cuba reinaron las precariedades, tuvo una infancia feliz, y las necesidades que pasó les sirvieron de experiencia para valorar lo que tiene ahora.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de GQSpain (@gqspain)

“Mi infancia fue muy linda, a pesar de que no teníamos nada. Vivíamos bajo la dirección de un gobierno que nos daba de comer lo que quería. Las raciones eran un pan por persona al día, y un cuarto de pollo por persona al mes. Ellos creen que todo el mundo es igual, pero yo no. Yo creo que todos somos diferentes. Si tú quieres comer ensalada y yo pollo, deberíamos tener ese derecho”, afirmó.

Y agregó: “Pero siempre le he dado gracias a Dios por haber crecido así. Porque eso me da la oportunidad de disfrutar todo al máximo. De poder comer y disfrutar la comida al máximo, de vestirme y disfrutar la ropa al máximo. De poder elegir. De tener la libertad de hacer lo que me dé la gana, de expresarme, de ser quien soy”.

Asimismo, aseveró que recordar su pasado le permite reflexionar sobre su presente. “Me tomo una copa de vino y me siento a recopilar todo mi pasado, de dónde vengo, dónde estoy. Si creo que lo estoy pasando mal, recuerdo lo mal que lo pasé en Cuba. Siempre vuelvo a esas emociones”, sostuvo.

Lee También

También relató que su pasión por la actuación nació cuando él aún vivía en La Habana. “Desde Cuba ya me llamaba mucho la interpretación. Allí teníamos dos canales nada más, los que el gobierno nos dejaba ver. Eran el 2 y el 6, y los sábados ponían una película y los domingos doble tanda. No me lo perdía nunca, por nada en la vida”, dijo.

Pero, una vez fuera de la isla, William Levy no ha parado de luchar por lo que quiere. “Desde que me fui de Cuba, con 15 años, soy una persona que no se queda en la zona de confort. Estoy cambiando todo el tiempo, y si no lo hago, siento que me estanco, y no me gusta. Después de unos años trabajando en las novelas latinas, llegó un punto donde necesitaba un descanso. Como para todo en la vida, a veces uno tiene que alejarse, tomar aire y probar diferentes horizontes”, concluyó.

Así se veía William Levy de niño