El 2020 no arrancó bien para el comediante, pues además de ser víctima de los delincuentes en más de una ocasión, ahora le dice adiós al lugar que fundó en 2007 y que nació como un sueño para promover actividades artísticas.

Luego de asegurar que a pesar de cerrar el teatro La Casa de Crisanto, “nuestro corazón sigue abierto a la cultura, al entretenimiento y principalmente a la recuperación de niños y niñas vulnerables a la violencia el maltrato y las drogas”, Crisanto Vargas aprovechó para echar una pulla a quienes no apoyan los emprendimientos como el suyo.

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“Recuerden valorar más a nuestros artistas y dejemos la cultura de limosneros del arte, estar pidiendo boletas regaladas es menospreciar el trabajo de los artistas”, escribió en otra parte de su publicación.