Entre los motivos que han llevado a Kim a disminuir el número de desnudos con los que deleitaba a sus más de 152 millones de seguidores en Instagram está la incomodidad que le generan a su esposo, el rapero Kanye West.
Otra de las razones es que prácticamente ya no podía revisar su ‘feed’ al lado de sus hijos sin que salieran en pantalla varios desnudos.




Por último, y en coherencia con la seriedad con la que quiere ser tomada en su labor de intermediaria para disminuir penas o buscar la libertad de presos que están privados de ella por delitos menores como posesión de drogas, Kim decidió dejar de lado tantas imágenes que dejaban poco a la imaginación.
“También pensé como, ‘ok, estoy aquí en la Casa Blanca y al día siguiente estaba subiendo una loca selfi en bikini’. Y pensaba, ‘espero que ellos no la vean, tengo que volver la próxima semana’”, dijo la famosa empresaria a The Cut.
Según ella, está evolucionando para “no sentir la necesidad de querer esconder algo. No porque sienta que debo ocultarlo, pero creo que ya no me preocupa tanto querer tomar muchas fotos en un bikini”.
Sus últimas publicaciones con un pequeño bikini fueron las de Halloween, disfrazada de Elle Woods, el personaje de ‘Legalmente rubia’.
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