En una entrevista con El Tiempo, la joven explicó que los escenarios de pobreza, violencia y drogadicción vistos en la cinta eran realmente el diario vivir de los actores naturales que hicieron parte de la historia, pues hasta ella, que era la menor, vivió en internados por los problemas que vivía junto a su familia.

En el mencionado lugar, como comentó al impreso, conoció a Lady Tabares, Marta Correa y Diana Murillo, quienes luego también estuvieron en la producción de Victor Gaviria; junto al creador vivieron durante alrededor de 2 años y medio, los últimos 6 meses estuvieron grabando.

Mileider le dijo al medio que durante la creación de la historia presenció varios peligros, incluido el consumo de drogas, aunque a ella la cuidaban de no caer en ello; cuando todo acabó, Gil se a fue a otro internado y visitaba los fines de semana a su familia.

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Luego de ‘tocar el cielo con las manos’ y hacer parte del éxito que tuvo la cinta, de la que presenció su estreno en Bogotá, la joven se dio cuenta de que sus amigos y ella de una u otra forma fueron utilizados: “El gesto no era cogernos a nosotros para la película y después soltarnos”, comentó al medio.

Con el tiempo, vio morir a varios de los compañeros de la producción: Elkin Vargas Murdok; Alex Bedoya, Milton; Elkin Rodríguez, don Héctor; y Geovanni Quiroz, Zarco; allí se dio cuenta que ella también pudo hacer parte del grupo, y más cuando estuvo tentada por la prostitución y las drogas.

Luego sentir demasiado cerca a la muerte, Gil intentó junto a sus amigas (Lady, Marta y Diana) crecer profesionalmente en Bogotá, pero solo recibieron ayuda de José Ernesto Calderón, líder del Cartucho, que las empleó en las brigadas de salud del lugar.

Cuando Calderón murió, las 4 tuvieron que devolverse a Medellín; Marta y Lady quedaron en embarazo, y la vida de la niña que aún es tendencia por la frase “me la mecatié en cositas” tomó un rumbo lejos de ellas: aprendió de errores propios y ajenos. Ahora tiene 35 años y un hijo de 8 años; agradece no haberse resbalado en el camino, pues su entorno era peligroso.