Fue el diario estadounidense ‘Globe’ el que lanzó la bomba en 2015: Diana de Gales y el príncipe Carlos habrían tenido una hija, que incluso ellos desconocían por cuenta de una fertilización in vitro. La mujer, de nombre Sarah, sería mayor que los príncipes William y Harry.

(Vea también: Carlos III no hizo caso al deseo de la mamá y Camila Parker será reina de Inglaterra)

La versión del medio es que la reina Isabel II ordenó exámenes de fertilidad a la pareja comprometida en matrimonio, con el fin de asegurar su descendencia. El periódico contó lo que pasó en esa cita médica: extrajeron óvulos de Diana y lo mismo habrían hecho con el esperma de Carlos.

Una vez fecundados no fueron desechados, como se informó oficialmente, sino que al menos uno habría sido implantado a través de un procedimiento In Vitro en la esposa del médico ginecólogo, que no podía tener hijos.

Sarah, nacida en Nueva Zelanda diez semanas después de la boda de sus verdaderos padres, solo conoció esta historia a sus 20 años, luego de que sus supuestos progenitores fallecieran en un accidente de auto y que accidentalmente encontrara un diario donde reposaban los datos de su origen real.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de MusicMundial (@musicmundial)

Pero el asunto no finalizó allí. El mismo medio en otra de sus ediciones aseguró que Sarah visitó al príncipe Carlos para acusarlo de la muerte de la princesa Diana y hasta se dijo que William, el hijo mayor del matrimonio, estaba deseoso de conocer a su supuesta hermana y le pidió a Kate Middleton, su esposa, un encuentro secreto con ella en New York.

“Nuestras fuentes dicen que William pensó que sería bueno conocerla, pero que prefirió enviar a Kate en su lugar. William se quedó perplejo cuando Kate le dijo que Sarah era la viva imagen de su madre y que podría ser sin duda su hermana mayor”, citó el diario.

Aunque hubo unos días de revuelo, ninguna fuente en Palacio se pronunció frente al tema y poco después se dijo que Sarah había cambiado su nombre y viviría lejos de Londres para proteger su vida, porque supuestamente habría recibido amenazas.

Solo hasta ahora algunos medios han retomado esta teoría de la hija secreta para explicar su origen. Según el portal Vanitatis, la novela titulada La desaparición de Olivia, publicada en 2011 por Nancy E. Ryan, tiene todas las respuestas.

(Lea también: “Una celebración de una ocasión histórica”: Casa Real, sobre lo que pasará en coronación)

“El libro narra la historia de Olivia Franklin, una pediatra que admira a la princesa Diana y que quiere parecerse a ella. Cuál es su sorpresa cuando descubre que realmente es la hija secreta de Diana, resultado de un embarazo in vitro, cuyo embrión se obtuvo de unas pruebas de fertilidad de la futura princesa. Por increíble que parezca, Globe fabricó su noticia a partir del argumento de esta novela de ficción”, señala el medio.

Los argumentos van y vienen entre quienes consideran que es una confabulación u otro de los tantos secretos que esconde la monarquía inglesa.