Rausch aseguró que a cada uno de sus clientes puede o no gustarle su comida, y que cada quien está en su derecho de dar sus opiniones sobre los platos que sirve en su negocio.

“Yo tengo que aguantarme lo bueno y lo malo que me dicen en redes sociales”, aseguró el chef en una entrevista con Semana.

Eso sí, el cocinero que se popularizó en Masterchef dio a entender que sus platos no son para cualquiera: “Hay veces que la gente no entiende lo que uno hace porque, quizás, nunca lo había probado. Muchos ingredientes que probaron, ni siquiera sabían qué era”. 

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Luego, defendió sus platillos de las críticas hechas recientemente por  los ‘influenciadores’ Johan y Cristian y resaltó que lleva dos décadas haciendo la comida de Criterión, según él, con los mejores ingredientes.

“En Criterión no hacemos vainas raras y no tenemos sabores extraños. Pero, en general, al que no le gusta le respeto su opinión y al que le gusta, me encanta que vuelva”, aseguró.

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Al defender su trabajo, el chef resaltó que no hace “comida rara” y que los postres son ‘crème brûlée’, torta de leche con miel o ‘clafoutis’.

Luego se dirigió directamente a sus críticos:

“No sé si no tienen el paladar para probar ese tipo de cosas, o si culturalmente están acostumbrados a una comida distinta”, sentenció en la revista.

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Eso sí, cerró el diálogo con ese medio diciendo que “la comida de Criterión es de alta calidad”.

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