Después de que HammerFall calentara los motores del esperado espectáculo, la banda de los tres vocalistas Andi Deris, Michael Kiske y Kai Hansen dijo presente en el Movistar Arena y abrió con ‘Skyfall’, una de sus más recientes canciones. 

Para completar el explosivo inicio en el escenario capitalino, Helloween eligió uno de sus himnos como segunda canción. En las pantallas apareció un águila bastante imponente que abrió pasó a ‘Eagle Fly Free’. 

En el escenario se desplegaron serpentinas que contribuyeron a que los ánimos entre el público aumentaran. Una vez terminó la emblemática canción del ‘Keeper Of The Seven Keys (2), se abrió campo a ‘Mass Pollution’, que contó con la guía de Andy Deris para que el público la cantara.

Acto seguido, la agrupación alemana siguió apelando al icónico álbum del Guardián de las siete llaves, pero en su primera parte, y llevó a los fanáticos a un mundo del mañana con ‘Future World’.

Andy Deris, quizá el más carismático de los miembros, habló en español con el público bogotano y se soltó con una de las canciones más populares del ‘Time of the Oat’. ‘Power’ estalló, y el Movistar Arena se llenó de fuerza con su interpretación.

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Con las emblemáticas calabazas, símbolo de la banda, adornando el escenario, fue el turno para Michael Kiske, que llenó de vida la arena con ‘I’m Alive’.

Luego, Andy Deris le dio total solemnidad al evento. Presentó “al abuelo” de la banda: “El señor Kai Hansen”, que con su representativa guitarra rosada llevó a los asistentes en un viaje por el tiempo a 1985, año en el que fue lanzado el ‘Walls of Jericho’. 

La descarga de metal fue brutal. Las calabazas aparecieron en escena una vez más y Hansen comenzó su popurrí con ‘Metal Invaders’.

Luego, una de las mejores canciones de ‘Helloween’ llegó a Bogotá por primera vez: ‘Victim of Fate’ subió aún más el ambiente, seguida de ‘Gorgar’ y de la siempre poderosa ‘Ride the Sky’.

Hansen cerró su repaso por el álbum debut con ‘Heavy Metal (Is the Law)’, fiel al ‘power’ que Helloween ha transmitido por más de 4 décadas.

Era justo un respiro, leve. Los dos últimos vocalistas de la banda compartieron escena. Intimaron con Bogotá y llevaron a varios a las lágrimas con la siempre emotiva ‘Forever and One’.

Luego de un impecable solo de guitarra de Sascha Gerstner, llegó más tiempo para la música nueva. ‘Best Time’ sirvió para retomar energía y abrir paso para otra mítica pieza: ‘Dr. Stein’ sonó durísimo en el Movistar y todos los presentes la gritaron a más no poder en el concierto que trajo Páramo a Colombia.

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‘How Many Tears’, en otra regresión, fue la canción que sonó antes del ‘encore’. El receso abrió pasó a ‘Perfect Gentleman’, previo a la irrepetible ‘Keeper of the Seven Keys’, que marcó uno de los puntos más altos del recital.

Finalmente, Kiske, Hansen y Deris, se unieron de nuevo para cerrar con ‘I Want Out’, mientras una lluvia de papel picado, junto a varios globos con las imágenes de calabazas, caían sobre los asistentes. Un epílogo perfecto para una noche brutal de Helloween en Bogotá.