Andrea Guerrero les mostró a sus seguidores de Instagram “lo más sagrado” haciendo referencia a los espacios de su hogar que poco dejar ver. Aunque era una campaña para promocionar una marca, la presentadora de deportes dejó ver algunos rincones que no se conocían.
Un apartamento amplio en el que vive con su hija Luna, y no se sabe si aún está con su pareja Alejandro Falla pues no se les ha vuelto a ver juntos, tiene varios detalles que la hacen sentir muy feliz.
Guerrero dio un tour por varios espacios y dejó ver que tiene una sala amplia y varios pasillos que conducen a un cuarto de invitados, a los baños y a otros lugares que ella no quiso mostrar.
Andrea Guerrero tiene cosas de James Rodríguez y Falcao García en su casa
Es común que los futbolistas coleccionen camisetas que intercambian luego de los partidos y de los equipos por los que pasan. Andrea Guerrero también tiene un lugar en el que expone algunas de las prendas que ha podido obtener.
Los que más llaman la atención son James Rodríguez y Falcao García, dos futbolistas a los que ella defiende a capa y espada cada vez que se ponen la ‘Tricolor’, tal como pasó recientemente.
En el video que compartió en sus redes sociales se ve que, al salir del cuarto de invitados, Andrea Guerrero tiene un sofá y varias camisetas de estos jugadores.
La 19 de James en el Everton, la 9 de Falcao en el Mónaco, camisetas de la Selección Colombia y del Real Madrid son algunas de las que se destacan en esta pared que tiene 16 prendas.
Cómo es la habitación y sala de Andrea Guerrero
La sala es el espacio que muchas veces usó Andrea Guerrero para las transmisiones, incluso en la que apareció su hija y que provocó mucha ternura en los televidentes.
Allí tiene un lugar con cuadros muy especiales para ella y hasta un piano, aunque sus seguidores no le conocen esas habilidades artísticas o si las está desarrollando su hija.
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Algo que llama bastante la atención es que el apartamento de Andrea Guerrero tiene escalones que, hacia abajo, van a una habitación de invitados y, hacia arriba, van a su habitación.
Ella llamó a su cuarto el lugar “sagrado” por ser su “espacio”, su “escondite” y tiene una vista exterior a un prado en el que se aprecia un saltarín.
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