La artista es recordada por su participación en Oky Doky y en exitosos seriados en Colombia. Sin embargo en el show de la Diva Rebeca aseguró que este ha sido un camino lleno de espinas para ella y habló de lo complejo del mundo laboral para las mujeres artistas.

Cuervo contó que el también humorista Alejandro Riaño la invitó a subirse a un escenario con 500 personas. Y para no aventarse de lleno, ella decidió arrancar en un lugar más pequeño a probar material y cuando lo intentó la gente no se reía de su rutina de humor.

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“Y en esa angustia uno pierde el hilo, la memoria se va. La gente cree que hacer comedia es improvisar. No hay nada más preparado que la comedia”, relató la actriz. Dijo además que le tocó bajarse de la tarima, caminar entre el público y sentarse en una mesa en donde nadie le quería hablar.

Cuervo comparó hacer reír con empelotarse o salir en traje de baño en un reinado nacional de belleza. “Que yo haya fracasado tantas veces como he fracasado haciendo comedia y a pesar de eso me siga montando a hacerlo, eso es la vida. Yo tengo un ego grande. No me permito ser tan vulnerable, pero sé que estoy siéndolo conmigo misma”, explicó sobre ese reto.

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Pero su reflexión no paró ahí, Carolina también sugirió que el medio es rudo y complejiza las relaciones laborales, porque muchas veces se consigue un contacto en una rumba o un cóctel. Y para ella eso no resultó nada fácil porque además sentía que no encajaba: “Aceptar mi belleza en un país donde te dicen cómo te tienes que ver es muy difícil. Yo era alta, flaca, pelinegra, con rasgos fuertes. Eso hizo mella en mi autoestima. Sentí que no estaba siendo aceptada por lo que yo era. No tendría por qué ponerme tetas para poder encajar”.

En la divertida charla, Cuervo también contó cómo conoció a su esposo en el Carnaval de Blancos y Negros en Pasto. “Uno iba a loquear y pasar bueno. Una toda soltera. Me enteré que mi actual marido le estaba cayendo a Juanita Arias. Y ella fue la que me lo metió por los ojos. Me casé y a los 15 días estaba embarazada, ni luna de miel alcancé a tener”, contó.