Lo dice el doctor en Paces y Conflictos Mario Hernán López: “En esta campaña a la Presidencia los Acuerdos de Paz no han sido el centro del debate, aunque cada candidato tiene compromiso con sus contenidos”.

Agrega que al examinar las propuestas se ve un peso importante de los Acuerdos, que sí podrían ser centro de la gestión, la formulación y la puesta en marcha de políticas públicas.

LA PATRIA solicitó a López, que es profesor de la Universidad de Caldas, y a Mauricio Orozco, coordinador del Observatorio de Violencia y Paz de Manizales y profesor de la Universidad Católica de Manizales, que analizaran las propuestas que están haciendo en torno a la paz Federico Gutiérrez, Fico, Gustavo Petro, Rodolfo Hernández, y Sergio Fajardo.

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Con los Acuerdos

Ambos expertos coinciden en que hay factores en común y también diferencias notables. Los cuatro, más allá de su espectro político e ideológico, se proponen cumplir los Acuerdos de Paz.

“Una implementación que no solo está centrada en la desmovilización y la reincorporación, que es lo que ha avanzado bastante de los Acuerdos; también en la reforma rural integral, que los cuatro candidatos nombran con algunas estrategias, e igual lo relacionado con el narcotráfico”, sostiene Orozco.

Los dos expertos ven cercanas las propuestas de Fajardo y de Petro cuando señalan que los acuerdos deberían convertirse en ruta de políticas públicas. A la hora de hablar de las diferencias, lógicamente las asocian con quienes apoyan a cada uno de los candidatos y ahí surgen las dudas de si llegarán realmente a la implementación.

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Críticas

Según Orozco, los candidatos Fajardo y Petro hablan con profundidad de cómo implementar los Acuerdos; Fico le da fuerza a las víctimas, a la reparación administrativa, pero sin mucho detalle ni incluir a todas las instituciones que trabajan alrededor de la justicia restaurativa, y de Hernández considera que su propuesta es muy simple.

Señala que a Fico lo respaldan sectores que desde el Congreso de la República no les ha interesado la implementación de los Acuerdos, que a Fajardo y a Petro los acompañan quienes sí han estado muy interesados y que de Hernández se podría decir que no tiene muchos sectores en el Congreso.

Agrega que Fajardo y Petro plantean que es necesario sentarse a dialogar con el Eln; Hernández dice que no va a negociar directamente y Fico no lo nombra específicamente.

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Menciona como punto de tensión para el país la reforma rural integral, en la que la tierra ha sido factor generador de violencia. Por esto dice que el planteamiento de Fajardo, de que la paz será un factor de cohesión y no de división, puede llegar a ser problemático.”En Fajardo hay una comprensión de paz armónica y muy idealizada, mientras que en Petro se reconoce que es tensa, genera conflictos”.

Otra coincidencia que encontró entre Fajardo y Petro es que hablan de regular el mercado ilícito de las drogas, no solo como un asunto al que se le debe dar respuesta militar y represiva, pero no detallan si se están refiriendo a la legalización o a qué.

Vuelve a Fico y dice que no le ve una propuesta sobre cosas tan importantes como el sistema de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no Repetición, que es de lo que más han valorado las víctimas a través del trabajo que han hecho la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Comisión de la Verdad, entre otras entidades. Contrario a Fajardo y Petro, que sí hablan de ellas.

Ve como interesante en la propuesta de Petro la idea de construir una política pública de paz, reconciliación y convivencia, “pensaría uno que es como la forma en que todo estos Acuerdos podrían implementarse”, concluye Orozco.

Resalta

López destaca que el centro de la propuesta de Fico es implementar componentes para la atención de excombatientes, no solo a los que se reincorporaron en el proceso con las Farc, sino lo que ha implicado la desmovilización de hombres armados en Colombia desde el 2005.

“Su propuesta también está dirigida a exigir el cumplimiento a las Farc, sobre todo de indemnizaciones. Hay un compromiso con temas de tierras, catastro y asignación de recursos para fortalecer los planes y programas de desarrollo en territorios en los que el conflicto afectó más fuerte a las poblaciones”.

Ve otras coincidencias entre las propuestas de Fajardo y de Petro, con visiones más amplias, más complejas, más integrales de la paz y más centradas en una concepción de derechos humanos y en la idea de un país que logre superar la confrontación armada y otras formas de violencia.

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Asegura que también coinciden en el tratamiento de los cultivos de uso ilícito y toman distancia del Gobierno actual y probablemente de Fico en la manera en que deben ser erradicados, lejos de la utilización del glifosato y más cerca de la erradicación mediante otras estrategias.

“En el caso de Petro, vale la pena señalar que su propuesta involucra respaldo al sistema de justicia transicional, particularmente al trabajo que le resta a la JEP. De la de Hernández hay una interesante concepción, la relación entre la construcción de la paz y el bienestar y la justicia social, ahí hay un componente teórico de interés que suele emplearse en los análisis sobre la paz”.