Pero no sería solo la codicia. Al beneficio mínimo de un 20 % se le sumaba que supuestamente se podría retirar el capital en cualquier momento y que se creía un negocio entre amigos, egresados de colegios y universidades de alta alcurnia, tal como lo cuenta W Radio.

Sin embargo, el halo de confianza se quebró cuando el empresario encargado del negocio no pudo devolver la inversión y se destapó que ya no se trataría de un grupo cerrado como al principio, sino una estructura de unos 80 involucrados.

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El abogado Fabio Humar contó a esa emisora que sabe de entre 35 y 40 casos por entre 60.000 y 70.000 millones de pesos que se habrían hecho en efectivo, cheques y consignaciones bancarias que supuestamente iban a un fondo de compra y venta de “ganado de buena calidad en fincas sofisticadas”, del cual se decía que “estaba dando rendimientos”.

“Resulta que nunca hubo una sola vaca”, lamentó el representante de las víctimas.

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El mismo medio indica que la persona detrás de la presunta estafa sería el ganadero Felipe Rocha, de la familia dueña de la ganadería Achury Viejo, cuyo nombre habría dado confianza a los inversionistas.

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Tanto él como la familia habrían manifestado su voluntad de responder por lo ocurrido. Citado por la misma cadena radial, Rocha habría preferido no dar declaraciones, pero en lo único que manifestó parece reconocer alguna responsabilidad:

“Estoy trabajando con mis asesores legales para buscar una solución”, señaló.