La organización de origen argentino durante varios años atrajo clientes a través de la firma de un contrato a cambio de servicios de ‘coaching’ ontológico y educación financiera. Aunque no se tiene una cifra exacta de inversores en Colombia, sí se conocen algunas historias que dejan en evidencia que, en muchos casos, se trató de una estafa.
(Lea también: Omegapro puso a sufrir a miles de colombianos; no devuelve dinero por supuesto hackeo)
Leonardo Cositorto, que se denomina como guía ontológico, apoyado en su labia logró convencer a miles de personas para que invirtieran en su negocio y ahora está preso en Argentina. Fue imputado por los delitos de estafa reiterada y asociación ilícita.
El creador de la pirámide conglomeró 46.000 personas en 21 países hasta que le cayó la justicia por las irregularidades del negocio. Se estima que recaudó más de 120 millones de dólares, indicó El Cronista.
Las personas invertían 500 dólares y les prometían ganancias del 7,5 % mensualmente. Luego de tres años, el 100 % de la inversión inicial se recuperaría. La rentabilidad superior al 90 % hizo caer a muchos colombianos.
Generación Zoe: personas perdieron su dinero
Uno de los casos más impresionantes es el de un hombre oriundo de Santa Marta que se quitó la vida, luego de que su madre muriera de un infarto después de conocer que había perdido su casa, la cual invirtió en la pirámide, reseñó Semana.
Otra historia impactante es la de una bogotana que puso en venta su única y metió el dinero a Generación Zoe. Eran 115 millones de pesos, de los cuales solo le devolvieron 10 millones. “Ha sido muy duro. Todas las noches lloraba, quedé sin nada. Antes tenía mis cosas y estaba bien”, dijo a la revista.
Rafael de Hoyos, otra víctima en Medellín, explicó que invirtió 57 millones de pesos en el fantasioso negocio y perdió todo. “Nunca recibí tan siquiera un interés, ni un peso, nada”, afirmó.
La revista también indicó que la estafa llegó a los lugares más recónditos del país, como Saravena (Cauca). Allí, varios campesinos vendieron sus tierras y su ganado para ganar dinero invirtiendo en la pirámide. “Gente humilde, de campo, que tenía su finquita, sus animalitos, que se ha ganado la plata al pulso y sudor”, dijo.
Los perjudicados reclaman que los responsables de la estafa no han pagado por lo que hicieron y exigen justicia. Todos han interpuesto denuncias ante la Fiscalía, pero sus casos no avanzan y el dinero sigue embolatado.
LO ÚLTIMO