En las jornadas de paro nacional que ya superan las tres semanas en Colombia hay sectores que no participan voluntariamente, sino que se ven obligados por amenazas terroristas, lo cual aumenta la sensación de que el cese de actividades se extiende inexorablemente por todo el país.

Ese es el caso de algunos comerciantes en la capital que, según Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá, han recibido intimidaciones para que cierren sus locales so pena de ser objeto de actos violentos.

“Recibimos seis denuncias de seis comerciantes, pero lo que nos cuentan es que [los terroristas que los amenazan] están en varios barrios de la ciudad”, dijo Orrego en Caracol Radio. “Llegaron con estas amenazas vía los teléfonos personales de cada uno de ellos, con lo cual se sienten más intimidados aún”.

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Según el dirigente gremial, “obviamente, esta amenaza los obligó o los llevó a tomar esa decisión de cerrar su establecimiento, no abrirlo ese día”.

Agregó que “los que les estaban enviando este tipo de amenazas decían ser de las Farc”, con lo cual, de ser eso cierto, se confirmaría la información de la Fiscalía según la cual en las protestas están infiltrados miembros de las disidencias armadas de las Farc, del Eln y otros grupos al margen de la ley.

“Pues ellos [los comerciantes] lo que hicieron fue simplemente no abrir su establecimiento, sin ningún interés de sumarse al paro, sin ningún interés de sumarse a las protestas. Les tocó hacerlo por temor físico”, subrayó Orrego en la emisora.

De acuerdo con el director de Fenalco Bogotá, los hechos ya fueron denunciados ante las autoridades, “pero es un hecho muy grave porque el comercio lleva más de un año cerrado, con fuertes limitaciones por todo lo que tiene que ver con la pandemia más lo que está ocurriendo hoy en día que nos tiene en calzas prietas”.

Si no son organizaciones criminales las que amenazan a los comerciantes, “serán sinvergüenzas que están haciendo terrorismo urbano de alguna manera, porque esa información y lo que están haciendo es generando más caos del que ya hoy tenemos”, agregó.

Esto lo que desafortunadamente hace es que se empobrezca aún más la gente. Que sea más difícil la situación que estamos viviendo”, advirtió.

Según Darcy Quinn, en Soacha los delincuentes llegan en carros a los locales a amenazar. “De repente, todos los locales se cierran, pero después de un par de horas abren ante mensajes de confianza o presencia de la Policía”, dijo la periodista.

“Nosotros pusimos todo esto en conocimiento de las autoridades, y hay que seguir buscando la forma de acompañar a estos pequeños comerciantes, porque son tiendas de barrio, peluquerías, panaderías, salones de belleza a los que les están haciendo estas exigencias”, dijo Orrego. “Esas personas viven de su diario. Lo que están haciendo [los terroristas] es llevándolos a una situación de más miseria”.