Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Santiago Avila   Sep 6, 2023 - 7:44 pm
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La chocolatina Jet, que está causando preocupación entre sus consumidores, le debe su nombre a los jets de la casa Boeing, primero el 720B, luego el 727, el 737 y el 707 que comenzaron a llegar a Colombia, traídos por Avianca, en 1961.

En aquella época las personas salían a sus balcones para ver pasar los aviones en el cielo de las principales ciudades. Esto inspiraría el nombre de la chocolatina creada por la Compañía Nacional de Chocolates, ubicada actualmente en el municipio de Rionegro (Antioquia).

En 1958 la gerencia general de la compañía la tuvo el abogado Samuel Muñoz Duque, proveniente de una familia conservadora de Santa Rosa de Osos. Uno de los encargos que le designaron fue no solo centrarse en la producción del chocolate de mesa que mostraba un declive y en el 59 se embarcó en la creación de su propia chocolatina.

Quién está detrás de la chocolatina Jet

En unos archivos apareció Cenciarelli, el apellido de un italiano que tendría la fórmula de la que sería la primera chocolatina de fabricación nacional: una mezcla de licor y manteca de cacao, azúcar, leche en polvo y esencias para llegar al paladar de los colombianos. Pero no era todo, esta barra de chocolate vendría acompañada de unas laminitas ilustradas para llenar un álbum.

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En junio de 1961, el gerente Samuel Muñoz Duque, junto a su grupo de mercadeo y publicidad, idearon y registraron la marca Chocolates Jet, que hace poco cambió de dueño. En un boletín de la fábrica, Muñoz Duque recordó: “Viajé a Bogotá y me encontré un montón de maquinaria vieja, la trasladamos a Medellín y con la colaboración de un técnico italiano, el señor Cenciarelli, montamos el proceso de producción de barras de chocolate”.

El gerente se refería a la barrita de chocolate de doce gramos, con cuatro cascos, envuelta en papel aluminio pintada de azul, el nombre Jet en letras grandes y amarillas y un avión blanco con líneas rojas que hablaban del auge de la aviación en el país.

El álbum de la chocolatina Jet fue el acompañante perfecto para ofrecer este producto a los colombianos. Esta idea llevó a representar el 45 % de las ventas de la Compañía Nacional de Chocolates y ahora es una de las más tradicionales y queridas por la empresa.

Cómo se creó álbum de la chocolatina Jet

Mezclar los álbumes y las chocolatinas son una tradición europea, donde fueron populares por los editados por Nestlé. En la creación del álbum colombiano tuvo que ver Miguel Conde Sans, un joven ilustrador de Barcelona.

El primer álbum fue La conquista del espacio, lanzado en 1962 durante el contexto de la carrera especial. Tenía una temática aeronáutica y era homónimo de un álbum español distribuido en España por la empresa Bruguera.

Este álbum era distinto a los que se conocen hoy en día. Ya que los cromos (láminas) no tenían adhesivos. Cada dueño debía ponerlos con un pegante de su gusto. Tenía un total de 250 cromos y se entregaba un premio a las personas que conseguían llenarlo en su totalidad.

Debido a este adictivo juego que se convirtió en una obsesión para algunos, escogían ciertas láminas de poca circulación, para que no todos pudieran conseguir el álbum completo.

Este invento causó furor en la década de los 60. Fue un producto exitoso que continúa en el mercado colombiano. Después del primer álbum llegaron otros más como Autos Jet (ilustrado por Miguel Conde y Tomás Porto), que hablaba sobre la fiebre creciente por el automóvil y Banderas y uniformes (1964, ilustrado por Daniel Codorniu y Tomás Porto) y en el que había banderas ya desaparecidas, como la de la España franquista o de países que ya no existen, como Pahang, Negri Sembilan, Johore, el Congo Belga o Rhodesia del Sur.

También circuló una pequeña enciclopedia de países y uniformes militares; y El hombre y el mar (1965, ilustrado por Daniel Codorniu y Tomás Porto), dedicado a las invenciones del transporte marítimo.

El quinto álbum de la serie Historia Natural fue el que más trascendió la historia. Se lanzó en 1968 y duró en el mercado con mínimos cambios durante casi cuarenta años. Incluso, funcionaba para educar a los niños, jóvenes e incluso adultos, sobre la biodiversidad. También despertó la pasión de coleccionistas que continúan negociando las diferentes ediciones.

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Para un artículo nostálgico de la revista Bacánika, el periodista Alfonso Buitrago Londoño entrevistó en 2018 al ingeniero Jaime Tamaño Vélez, quien en ese momento tenía 80 años.

“Al principio, la producción de las chocolatinas se hacía de una forma muy incipiente, aprovechando las instalaciones donde se fabricaba el chocolate de mesa y con unas máquinas antiguas que fueron adaptadas para hacer las barritas. Las láminas se metían manualmente y se envolvía con papel parafinado y de aluminio y así fue creciendo la producción” recordó el ingeniero en ese momento.

También entregó detalles sobre la repartición de estas láminas en cada una de las chocolatinas. Un trabajo muy manual en la época.

“A mí me tocaba supervisar la cadena de producción. Eran un montón de mujeres taque, taque, taque, imagínese, para empacar esa cantidad de barritas. Las laminitas llegaban de una impresora de Barcelona, el problema era que venían cinco, diez, veinte mil laminitas del mismo motivo en una caja. Las muchachas iban haciendo la repartición de manera aleatoria y manualmente por lotes. Ponían varios arrumes con las láminas e iban cogiendo de cada una para combinarlas en la cajita de treinta chocolatinas”, continuó diciendo el hombre.

Hoy en día, en 2023, algunas mujeres todavía continúan guardando con una rapidez impresionante las pequeñas chocolatinas en las cajas azules que llegarán a los distintos supermercados y tiendas de Colombia. Pero ahora, con ayuda de unos cuantos robots que las empacan y se las entregan ya cubiertas con el papel tradicional.

En 2017 la Compañía Nacional de Chocolates lanzó la colección de álbumes Vive la aventura Colombia para destacar los Parques Nacionales del país. Contó con la participación de casi sesenta fotógrafos y con la coordinación editorial de la Agenda del Mar.

Ahora la chocolatina Jet se reinventa cada vez más. Para Amor y Amistad de este 2023 llegarán las jet postre, inspiradas en el postre tradicional de Colombia de fresas con crema. Desde la compañía expresan que es una de las marcas más queridas por ellos y por todos los colombianos.

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