
El gasto de los hogares colombianos en productos de consumo masivo varía según el tipo de comercio donde se llevan a cabo sus compras. Según un estudio de Nielsen citado por Semana, los colombianos destinan diferentes montos dependiendo del establecimiento.
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Las tiendas de barrio siguen siendo el canal de compra más utilizado en el país. En promedio, un colombiano gasta 8.000 pesos por visita a una tienda de barrio, con una frecuencia de compra de cada dos días. En estos establecimientos, las bebidas representan el 50 % de las ventas, con productos como cervezas, aguas, gaseosas, chocolate de mesa y maltas liderando la demanda. Sin embargo, la leche larga vida ha visto una disminución en sus ventas, al igual que las recargas de celulares, los aceites, el detergente de ropa y los cigarrillos.

Las tiendas de descuento, como D1, Ara e Ísimo, han ganado terreno en la última década y se han convertido en la segunda opción más popular. En estos comercios, el gasto promedio por compra asciende a 28.000 pesos, con visitas aproximadamente cada 11 días. En este tipo de tiendas, los productos de aseo personal y para el hogar tienen una mayor presencia en comparación con otros canales de venta.
Por su parte, las cadenas de supermercados como Éxito, Olímpica, Jumbo y Alkosto tienen una frecuencia de compra de cada 20 días, con un monto promedio de 43.000 pesos. Además de productos de consumo masivo, estos establecimientos ofrecen textiles y electrodomésticos, ampliando su oferta para los consumidores.
Tendencias en el consumo de los colombianos
El estudio de Nielsen también destaca tres grandes tendencias que están influyendo en el consumo masivo en Colombia: el impacto del clima, la alimentación consciente y el auge de las marcas propias.
El clima juega un papel clave en el comportamiento de los consumidores, especialmente en la compra de bebidas, que representan el producto con mayor facturación dentro de esta categoría. En lo que va de 2025, las ventas de bebidas han disminuido un 4,3 % anual, una caída que se atribuye a las condiciones climáticas entre enero y mayo, cuando las lluvias fueron más intensas y las temperaturas más bajas en comparación con el mismo período de 2024.
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Por otro lado, la alimentación consciente ha cobrado relevancia, con más consumidores optando por productos con “etiqueta limpia”, es decir, aquellos que no tienen sellos de exceso de azúcares o grasas saturadas. También se priorizan alimentos con alto valor nutricional, ingredientes orgánicos y menos aditivos. Como resultado, la confitería fue la categoría con mayor reducción en el consumo en 2024, con una caída del 8,3 %.
Finalmente, el crecimiento de las marcas propias de los supermercados ha sido una estrategia de ahorro para los consumidores. Colombia es el país con mayor participación de marca propia en América Latina, con los productos de limpieza y los abarrotes liderando las ventas en esta categoría. En contraste, las bebidas siguen dominadas por marcas comerciales.
Semana destaca que el comportamiento de los consumidores en Colombia sigue adaptándose a factores como el clima y la economía, lo que refleja cambios constantes en los hábitos de compra. La competencia entre los distintos tipos de comercios también ha sido clave en la transformación del mercado, ofreciendo más opciones y precios atractivos para los hogares colombianos.
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