La pelea por el medicamento estrella Dololed sigue latente, aun cuando el producto ya ni siquiera está en el mercado. Ahora las víctimas abrieron un nuevo frente de batalla, a raíz del engaño al que alegan que estuvieron sometidos al comprar una medicina que aliviaba el dolor y la inflamación de manera 100 % natural, pero que tras varios estudios, encontraron contaminación de diclofenaco.

Si bien ya había un proceso sancionatorio por parte del Invima contra el laboratorio Pronabell, encargado de producir el famoso medicamento de caléndula, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) les puso una nueva sanción por $ 348 millones. Y eso no es lo único, los afectados instauraron una demanda y tienen pretensiones por $ 63.000 millones.

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Todo se remonta al 2020 cuando se destapó el escándalo a raíz de un análisis de composición donde revelan que el medicamento compuesto “100% de caléndula”, en realidad tenía un 10 % de diclofenaco. El famoso remedio recetado por los médicos servía para cualquier tipo de paciente y de dolor, partiendo de la idea de que era natural.

Ante los primeros hallazgos, el Invima emitió una alerta sanitaria que también atendió la Procuraduría. De esa manera, la sanción del Invima mantuvo la prohibición de producción y comercialización en el mercado. Y así comenzó la caída de un producto que alcanzó a vender más de 100 mil unidades cada mes.

Cómo es la demanda contra Dololed

Sin embargo, las acciones legales no terminaron ahí. El abogado Camilo Araque inició una pelea contra el laboratorio e interpuso una demanda de grupo con la que se busca reparar a todos los que hayan tenido problemas de salud o que hayan comprado el medicamento bajo publicidad engañosa. En pocas palabras, lo que se pretende es que se devuelvan todas las ventas.

Para ello, lo primero que había que hacer era conocer el monto de dinero que habría recibido el laboratorio Pronabell por las tantas ventas de Dololed. Tras varios recursos legales, el abogado Araque conoció que el laboratorio logró vender 63 mil millones de pesos gracias al producto estrella. Es precisamente esa suma la que están reclamando todas las víctimas y según el abogado, las millonarias pretensiones podrían poner en jaque al laboratorio.

La demanda que reposa en el juzgado 40 está próxima a iniciar una etapa de conciliación. “El objetivo es pedir la devolución de esos 63 mil millones de pesos porque por un solo afectado, el juez puede fallar a favor del grupo”, explicó Araque.

Ahora bien, para la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) el panorama fue más claro. Cuando encontraron diclofenaco en el Dololed, decidieron sancionar al laboratorio partiendo de la base de que el producto es un fitofármaco, es decir que no puede tener un componente diferente al natural. En ese caso, y aquí está la raíz del asunto, cuando hay un componente químico entonces se entiende como una vulneración al derecho al consumo y de paso al registro sanitario.

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Por el momento, esa sanción de $348 millones está en primera instancia y a la espera porque desde el laboratorio apelaron. Mientras tanto, para el abogado Araque el panorama es incierto pero esperanzador y explicó que “si ganamos la demanda, al laboratorio le toca depositar esa suma en un fondo de la Defensoría del Pueblo y ellos se encargarán de sacar un protocolo para devolver el dinero a las personas, según las condiciones que se establezcan”.

Este diario intentó comunicarse con el abogado defensor del Laboratorio Pronabell para conocer su posición en la batalla jurídica que enfrentan, pero no se logró una respuesta al cierre de esta edición.

Lo cierto es que según el abogado de las víctimas, esta demanda colectiva se instauró por la afectación al derecho al consumo, pero no excluye las afectaciones a la salud, es decir que se reparará a todas las personas que compraron el producto pensando que era caléndula pero que en realidad estaba lleno de diclofenaco.