Un análisis de laboratorio arrojó que el 10 % de cada pastilla de ese medicamento contiene una sustancia conocida como diclofenaco, aseguró la investigadora Elena Stashenko en Blu Radio, que hizo el estudio luego de que una consumidora de Dololed alertara que se sintió mal después de tomar ese fármaco.

Stashenko manifestó en la emisora que un principio creyó que se trataba de una contaminación que pudo tener la pastilla analizada, por lo que estudiaron el mismo medicamento comprado en diferentes farmacias y de diferentes lotes. Todos resultaron con la misma sustancia no natural.

“Sorprendió mucho porque la caja misma no dice que tiene diclofenaco. El diclofenaco se inyecta, puede el médico prescribirlo, pero el paciente debe saber que tiene diclofenaco y el médico mismo debe saber que es lo que está dando tiene diclofenaco”, aseveró la investigadora.

De acuerdo con El Espectador, esa sustancia se receta como antinflamatorio, pero tiene muchas advertencias por efectos secundarios. Varios de ellos, dice el diario —que consultó al presidente de Asociación de Toxicología Clínica Colombiana, Jorge Marín—, son sangrados intestinales y reacciones alérgicas en la piel.

Por esa situación, el medicamento Dololed está en la lupa de Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) luego de recibir alertas sobre efectos adversas del medicamento, confirmó Julio César Aldana, director de la entidad, en Caracol Radio.

Se recolectaron las muestras del producto y efectivamente resultaron positivas para la presencia de diclofenaco”, dijo Aldana, pero advirtió que no hay certeza de que el producto analizado por el Invima haya sido fabricado por el laboratorio al que se le dio el registro sanitario del Dololed.

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No obstante, Aldana señaló que “muy seguramente” se tomará una decisión sanitaria respecto a la situación porque esto puede poner en riesgo a personas alérgicas al diclofenaco, que consumen el fármaco convencidas de que es 100 % natural.

“Esto puede ir desde el retiro del producto, hasta una sanción ejemplar al laboratorio fabricante, en caso de que sea el laboratorio quien adicionó la sustancia al producto”, advirtió el director del Invima.

Al respecto, Luis Édgar Moreno Prado, gerente del laboratorio fabricado que fue consultado por El Espectador, negó que el producto tuviera otra sustancia diferente a “caléndula medicinal, extracto seco y estandarizado”, y aseguró que el producto analizado podría ser una  falsificación.