Uno de los mayores deseos que tienen las personas alrededor del mundo es encontrar un empleo en el que la remuneración cumpla sus expectativas. Sin embargo, son muy pocas las que pueden lograrlo y se ven en la obligación de trabajar por un sueldo menor al que esperaban.

Esta situación podría afectar a los trabajadores en mención en un futuro, ya que influiría en la pérdida de memoria. Así lo expuso un estudio de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, en el que se concluyó que existe una relación entre los sueldos bajos y el deterioro de la memoria.

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Los resultados señalan que una persona que reciba un sueldo bajo durante la etapa productiva en la que más dinero podría ganar estaría expuesta a dicha problemática.

“Nuestra investigación proporciona nueva evidencia de que la exposición sostenida a salarios bajos durante los años de ingresos máximos se asocia con un declive acelerado de la memoria más adelante en la vida”, dijo Katrina Kezios, PhD, investigadora postdoctoral en el Departamento de Epidemiología de la institución mencionada anteriormente.

Los investigadores mencionaron que, si bien los trabajos de salarios bajos se han asociado con problemas de salud como síntomas depresivos, obesidad e hipertensión —factores de riesgo para el envejecimiento cognitivo—, la memoria también se vería afectada.

Para llegar a esa conclusión se analizaron datos de 2.879 personas nacidas entre 1936 y 1941, y se tomó como base el salario por hora inferior a dos tercios del salario federal en Estados Unidos. Kezios y sus colegas clasificaron el historial de salarios bajos en aquellos que nunca ganaron salarios bajos, quienes ganaron salarios bajos intermitentemente y quienes siempre ganaron salarios bajos.

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En el estudio se encontró que, en comparación con los trabajadores que nunca ganaron salarios bajos, los trabajadores con salarios bajos permanentes experimentaron una disminución (más rápida) de la memoria en la vejez.

Es decir, en un periodo de 10 años, tuvieron un envejecimiento cognitivo equivalente a 11 años (un año más) en las personas que nunca ganaron salarios bajos durante su etapa laboral.

“Los trabajos futuros deberían examinar rigurosamente el número de casos de demencia y el exceso de años de envejecimiento cognitivo que podrían evitarse bajo diferentes escenarios hipotéticos que aumentaran el salario mínimo por hora”, dijo por su parte Adina Zeki Al Hazzouri, otra de las investigadoras.