
El número de afiliados a la medicina prepagada en Colombia alcanzó 1,4 millones a junio de 2025, lo que representa un crecimiento del 37 % desde 2022.
Este aumento se da en medio de la crisis financiera y las intervenciones estatales que afectan al sistema público de salud, lo cual ha impulsado a los usuarios a buscar alternativas privadas que ofrezcan mayor cobertura, calidad y oportunidad en la atención.
(Vea también: Nueva EPS, Coosalud y SOS tendrán cambio (grande) que involucra a pacientes).
Cifras de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), citadas por La República, evidencian que esta expansión refleja la desfinanciación del sistema, que obliga a los colombianos a aumentar su gasto privado en salud.




El mercado de la medicina prepagada pasó de generar 5,3 billones de pesos en 2022 a proyectar 7,2 billones de pesos en 2025. Tres compañías concentran más del 95 % de los afiliados: Colsanitas, Coomeva y Colmédica, que juntas representan el 87 % de las ventas.
Estas empresas reportaron crecimientos cercanos al 10 % en usuarios y afirman que sus redes tienen capacidad para responder a la creciente demanda. Además, señalan que sus afiliados alivian la carga del sistema público al no usar el Plan Obligatorio de Salud (POS).
En general, los planes voluntarios de salud, incluidas pólizas y planes complementarios, también crecen, agregó ese periódico.
El gasto total en estos servicios podría llegar a 15,4 billones de pesos en 2025, consolidando a la medicina prepagada como una de las opciones preferidas de los colombianos.
Cómo funciona la medicina prepagada en Colombia
Las empresas que ofrecen estos planes, como Colsanitas, Coomeva y Colmédica, diseñan paquetes de cobertura que incluyen consultas, hospitalización, exámenes, cirugías y servicios adicionales como urgencias internacionales o programas de prevención.
El usuario paga una mensualidad que varía según la edad, el estado de salud y el tipo de plan elegido.
Estos contratos son voluntarios, renovables y permiten al afiliado tener acceso a una red de clínicas y especialistas privados, sin depender directamente de las limitaciones financieras o administrativas del sistema público de EPS.
Otro aspecto clave es que la medicina prepagada ayuda a descongestionar el sistema de salud público.
Al atender a sus propios afiliados en clínicas privadas, evita que estas personas ocupen la red hospitalaria financiada por el Estado, lo cual da un respiro para que las EPS puedan enfocar recursos en quienes no tienen la posibilidad de pagar servicios adicionales.
Además, los planes prepagados se han consolidado como una alternativa frente a la crisis del sistema público, pues ofrecen seguridad, calidad y confianza a quienes buscan atención más oportuna. En consecuencia, se ha convertido en una opción cada vez más demandada en Colombia.
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