Y explicó que el proceso de reorganización al que se sometió la empresa es un mecanismo que le permitirá, en un periodo de entre 6 meses a un año, refinanciar las deudas que tiene con sus acreedores a un mayor plazo; esto con el fin de garantizar la continuidad de la prestación del servicio, y no afectar a sus trabajadores.
El empresario fue enfático en que uno de los principales problemas de Avantel es el elevado precio que paga a los grandes operadores del país por el uso del Roaming Automático Nacional (RAN), o el derecho al uso de la infraestructura para poder dar el servicio de voz a sus usuarios.
Según él, Claro, Movistar y Tigo cobran 22 pesos por minuto a la compañía, mientras que a sus usuarios finales les cobra 19 pesos; lo que genera una situación anticompetitiva, ya que Avantel tiene que vender a sus clientes ese mismo minuto mucho más caro.
“Esto es una presión para poder sacarnos del mercado. Este es el único país donde un operador paga más al mayorista de lo que paga el consumidor final. Debería haber algo, alguna regulación con la que se pueda pagar todo igual, si hubiera una regulación, tiene que estar al menos 30 % por debajo del precio del retail”, aseguró Román a Pulzo.
Destacó además que los ingresos operacionales de la compañía suman aproximadamente 30.000 millones de pesos al mes, de los cuales, 15.000 millones de pesos se van a pagos del servicio de RAN para los grandes operadores; por lo que hace imposible pensar en invertir en infraestructura en Colombia y tampoco en participar en la subasta del espectro que adelanta el Gobierno.
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