La reforma laboral impulsada por el gobierno de Gustavo Petro busca transformar el panorama de los contratos laborales en el país, especialmente en lo relacionado con los contratos a término fijo.
Aunque este tipo de vínculo laboral seguirá existiendo, se introducen requisitos más estrictos para garantizar que cumplan con su propósito original y respeten los derechos de los trabajadores adquiridos en las últimas tres décadas.
“Podrán celebrarse contratos de trabajo a término fijo por un término superior a un mes y hasta por dos años para atender necesidades temporales del empleador”, establece el texto de la reforma.
Además, estos contratos deberán celebrarse por escrito y justificar claramente la necesidad temporal que buscan cubrir, conectándola con su duración.
¿Cuáles serán los cambios en los contratos a término fijo en Colombia?
De acuerdo con la propuesta, los contratos a término fijo podrán ser renovados las veces que las partes acuerden, siempre que el plazo inicial y sus prórrogas no superen los dos años. Si ninguna de las partes manifiesta su intención de terminar el contrato con al menos 30 días de anticipación, este se renovará automáticamente por un período igual al originalmente pactado.
Asimismo, se establecen restricciones claras para evitar abusos:
El contrato será inválido si no se celebra por escrito.
No será válido si no se especifica la necesidad temporal que justifica su existencia.
Se considerará nulo si tiene como fin cubrir necesidades permanentes del empleador.
El tiempo inicial pactado y sus prórrogas no podrán exceder los dos años.
Estas disposiciones buscan proteger los derechos de los empleados y evitar que los contratos a término fijo sean utilizados para satisfacer necesidades laborales permanentes bajo condiciones temporales.
¿Qué dicen los empresarios por cambios en el contrato a término fijo en Colombia?
El sector empresarial ha manifestado inquietudes respecto a estas modificaciones. Existe el temor de que las nuevas regulaciones desincentiven la contratación a término fijo, especialmente para trabajadores bajo modalidades como la prestación de servicios. Esto podría llevar a una mayor rigidez en el mercado laboral, afectando tanto a empleadores como a empleados.
En este sentido, se han hecho llamados a revisar algunos de los puntos más sensibles del proyecto, buscando un equilibrio que permita garantizar los derechos laborales sin comprometer la flexibilidad necesaria para responder a las dinámicas del mercado.
La reforma laboral propuesta busca consolidar un marco más justo y transparente para los trabajadores colombianos. Al limitar el uso indebido de los contratos a término fijo y establecer condiciones claras para su aplicación, se promueve un entorno laboral más equitativo, adaptado a las realidades del país.
Sin embargo, su implementación dependerá de los debates finales en el Congreso y del diálogo entre los diversos sectores, con el objetivo de construir un sistema laboral que beneficie tanto a empleados como a empleadores, sin comprometer el dinamismo económico.
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