Sin embargo, al definir la Asociación Público Privada que llevaría a cabo la operación, el gobierno de Juan Manuel Santos estableció una tabla que contemplaría el pago según el avalúo de los hallazgos no considerados patrimonio, como oro, plata, lingotes, gemas preciosas, monedas, etc., de acuerdo con Semana.
| Valor del hallazgo en pesos | % para la compañía | % para el Estado |
| < 455.739 millones | 45 % | 55 % |
| De 455.739 millones a 911.478 millones | 40 % | 60 % |
| De 911.478 millones a 1,519 billones | 10 % | 90 % |
| > 1,519 billones | 0 % | 100 % |
De acuerdo con la revista, el valor estimado de los bienes sería de 1.000 millones de dólares (más de 3 billones de pesos). Sin embargo, el tema es que la estimación se limita a eso; una aproximación, por lo que “el riesgo financiero para Colombia es tan grande que el nuevo gobierno no está dispuesto a asumir ese gasto“.
Pero no correr el riesgo también tiene consecuencias. Semana agrega que la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, ya ha deslizado que “el hallazgo debe permanecer unido y exhibido para los colombianos y visitantes del mundo”, lo que implicaría que “el Gobierno tendría que pagarle a MAC con dinero y la empresa tendría que renunciar a su intención de quedarse con parte del tesoro como remuneración”.
“En caso de que no se recuperen estos supuestos tesoros el Estado tendrá que pagar toda o parte de la operación”.
Se tiene contemplado que el precio total de lo que se reflote sirva para costear la operación de rescate, incluyendo un museo y un laboratorio para tratar las piezas. Pero no monetizarlo implicaría sacar del bolsillo de la Nación el costo del rescate, aunque no se sabe exactamente de qué bolsillo.
En días pasados, un tribunal de Barranquilla mantuvo el embargo sobre el contenido del pecio ante el reclamo de la empresa Sea Search Armada del 50 % del mismo. Sin embargo, pese a alejar el fantasma de esa ambición, la realidad lo enfrenta con el problema de qué hacer con el galeón entonces.
Ambas partes parecen dispuestas a negociar, pero, según ese medio, el problema tiene pinta de convertirse en un dolor de cabeza más para el gobierno.
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