Por: CENET

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Este artículo fue curado por pulzo   Sep 11, 2025 - 9:36 am
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Celsia, la empresa energética perteneciente al Grupo Argos, ha puesto en marcha una estrategia robusta para liderar la transición energética en Perú. Este plan gira en torno al desarrollo de proyectos de energías renovables valorados en más de 1.200 millones de dólares y la implementación de Celaris Energy, una innovadora plataforma pensada para clientes industriales y comerciales. El enfoque responde al urgente llamado mundial y regional para transformar las matrices energéticas, disminuyendo la dependencia de combustibles fósiles y favoreciendo la adopción de fuentes limpias, como remarcan los objetivos internacionales y los compromisos nacionales del sector.

En su rol de gestor de activos, Celsia aspira a consolidar un portafolio que alcance los 1.2 gigavatios (GW) de capacidad instalada en 2028. Esta meta resulta significativa si se considera la capacidad actual en Perú y las proyecciones del Ministerio de Energía y Minas, que fijan para 2030 una participación del 60% de energías renovables en la matriz energética nacional. Ricardo Sierra, líder de la estrategia de la compañía, resalta que factores como la estabilidad macroeconómica y la abundancia de recursos naturales —principalmente sol y viento— han creado un entorno favorable para el avance de estos proyectos, algo en lo que coinciden reportes recientes de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).

El parque eólico Caravelí, ubicado en Arequipa, es uno de los avances más palpables en el plan de Celsia. Se espera que una vez operativo en 2026, con una potencia de 218 megavatios (MW), este parque aporte más de 600 gigavatios hora (GWh) anuales, equivalentes al consumo energético de varias ciudades pequeñas. Además de incrementar la capacidad energética, Caravelí contribuye a diversificar la oferta eléctrica en el territorio, logrando un mejor equilibrio entre las diferentes regiones del país. De acuerdo con estudios de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, esta clase de proyectos puede impactar positivamente en el empleo y la calidad de vida local.

La plataforma Celaris Energy, dirigida por María del Pilar Matto, introduce una solución flexible y ajustada a las necesidades de grandes consumidores, asegurando transparencia a través de la certificación International Renewable Energy Certificate (IREC). Este reconocimiento internacional es cada vez más relevante en sistemas empresariales comprometidos con la sostenibilidad y la responsabilidad social, como ha expuesto el World Resources Institute (WRI) en sus análisis recientes.

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El portafolio de Celsia también incorpora la hidroeléctrica Manta, con 20 MW de capacidad en Áncash, lo que añade respaldo tecnológico y diversidad a su estrategia. Aunque esta fuente está condicionada por la variabilidad hídrica, la generación hidroeléctrica sigue siendo una de las bases fundamentales del suministro renovable en Perú, según afirma el propio Ministerio de Energía. Asimismo, el plan EnergizarC se orienta a atraer inversión compatible con criterios de sostenibilidad y finanzas verdes, opción en auge para financiar infraestructura limpia, conforme a los informes elaborados por el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional.

Este modelo de transición energética, destacado tanto por la integración público-privada como por la búsqueda de fuentes de financiación sustentable, podría servir de referente para otros países andinos, donde la demanda energética crece rápidamente y la reducción de emisiones representa un desafío ineludible, como revela la experiencia peruana bajo el liderazgo de Celsia.

¿Qué es la certificación International Renewable Energy Certificate (IREC) y por qué es importante? La certificación International Renewable Energy Certificate (IREC) constituye un mecanismo global que verifica la procedencia renovable de la energía consumida. Esta herramienta resulta fundamental para empresas e instituciones que desean evidenciar ante terceros su aporte real al consumo de energías limpias, ya que es reconocida internacionalmente y se basa en altos estándares de trazabilidad y transparencia, dando confianza en la declaración de sostenibilidad de los usuarios energéticos.

La importancia del IREC se refleja en su creciente adopción por parte de grandes consumidores industriales y comerciales, quienes suelen tener metas corporativas de sostenibilidad y requieren demostrar el origen renovable de su suministro energético. Además, contribuye a consolidar cadenas de valor responsables y a fortalecer la reputación pública de las compañías involucradas en la transición energética.

¿Cómo contribuye el desarrollo de proyectos renovables al empleo y la economía local? El desarrollo de proyectos de energías limpias en zonas como Arequipa favorece la creación de empleo en comunidades cercanas, tanto en las fases de construcción como en la operación y mantenimiento. Estudios de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa indican que estos proyectos pueden mejorar la calidad de vida de la población local, al incorporar mano de obra regional y promover el desarrollo de infraestructura asociada.

En términos económicos, la inversión en renovables dinamiza sectores vinculados a la ingeniería, servicios y logística, incrementando la capacidad productiva regional. Además, una matriz energética diversificada y segura genera mayor atractivo para nuevas inversiones y fortalece la resiliencia frente a cambios en los precios internacionales de combustibles fósiles, posicionando a las comunidades como aliadas estratégicas en el camino hacia la sostenibilidad energética.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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