Según un reporte de Bain & Company, la participación femenina está disminuyendo en muchos países de crecimiento rápido y menores ingresos.

Las crisis que ha enfrentado el mundo en la última década ha tenido repercusiones en el mercado laboral a nivel global. Un nuevo estudio de ‘Bain & Company’ señala que las mujeres siguen constituyendo menos del 40% de la fuerza de trabajo a nivel mundial, y que la participación de esta población está disminuyendo en muchos países de crecimiento rápido y menores ingresos.

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La situación que afrontan hoy las mujeres en el mundo laboral es crítica, por eso desde las empresas es necesario que de forma proactiva se aborden los desbalances de género para solucionar esta problemática que afecta de forma directa la incorporación de talento. Por tal razón, desde ‘Bain & Company’ estamos convencidos de la necesidad de impulsar políticas más inclusivas y equitativas que impulsen el empoderamiento, profesionalización e integración de población femenina como una forma de no solo atender esta dificultad social sino también para potenciar el desempeño de las compañías”, indicó Catalina Fajardo, socia ejecutiva de Bain & Company en Colombia.

Este panorama se contrasta con la realidad en Colombia, donde según cifras del Dane, las mujeres representan aproximadamente el 42,2% de la fuerza laboral del país. A pesar de ello, son las que presentan la mayor tasa de desempleo, la cual llegó a un 13,8% siendo superior a la de los hombres cuyo porcentaje de desocupación es del 8,9%. Una situación que ha suscitado preocupación, puesto que, evidencia la existencia de una amplia brecha de género en el tejido productivo nacional.

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Las razones de la baja participación laboral de las mujeres

Según la consultora estos desequilibrios están arraigados por tres razones fundamentales.

  1. La elección de la profesión tiene su origen en las expectativas de la primera infancia, por lo que dicha escogencia está influenciada por un sesgo de género.
  2. En los espacios de trabajo se encuentran arraigados prejuicios que reproducen tratamientos discriminatorios hacia las mujeres.
  3. La flexibilidad laboral se ha convertido en una trampa para la población femenina en algunos países, dado que a medida que envejecen, la flexibilidad crece en importancia para las mujeres y disminuye para los hombres. El trabajo a tiempo parcial suele mantener a las mujeres en la población activa, pero es uno de los principales responsables de la brecha salarial.
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Ante la necesidad constante de las organizaciones por tener el mejor talento en sus equipo de trabajo, ‘Bain’ recomienda a las compañías considerar el papel que las mujeres juegan en la sociedad y así brindar las oportunidades para que estas sean partícipes activas del mercado pues no solo basta con garantizar una paridad, sino también la disponibilidad de capital humano capacitado.