Novak Djokovic fue expulsado de Australia en enero luego de 15 días de polémica por no estar vacunado contra el coronavirus. Eso impidió que pudiera defender su título en el Abierto de Australia en Melbourne, donde su gran rival, el español Rafael Nadal, conquistó su 21° torneo de Grand Slam, uno más que ‘Djoko’ y el suizo Roger Federer.

“Sí, ese es el precio que estoy dispuesto a pagar”, señaló el balcánico sobre una posible ausencia en los torneos de París y Londres. Además, Novak Djokovic no quiere asociarse con el movimiento antivacunas, pero defiende el derecho de cada individuo a elegir lo que se introduce en su cuerpo.

“Nunca he estado en contra de la vacunación”, añadió el serbio, indicando que ya se había vacunado antes. “Pero siempre he apoyado la libertad de elegir lo que metes en tu propio cuerpo. Este principio es más importante para mí que cualquier título”, prosiguió.

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“Trato de estar en sintonía con mi cuerpo tanto como sea posible”, afirmó también Djokovic en esta entrevista, la primera desde que salió de Melbourne. “Estaba triste y decepcionado“, confesó sobre este episodio a principios de año.

El número uno de la ATP espera que los requisitos para las vacunas cambien y que pueda “volver a jugar durante muchos años”.

Aunque Djokovic se mantuvo abierto y no descartó la posibilidad de inocularse la vacuna en el futuro, puesto que, aseguró, “todos estamos buscando, colectivamente, la mejor solución posible para acabar con el COVID-19”.