El atacante del París Saint-Germain tiene en su talento futbolístico un arma letal para su selección, pero su vida personal puede afectar los sueños de un noveno trofeo continental para la ‘canarinha’, siempre campeona como anfitriona. Si Neymar entra al campo de juego desenfocado, puede a la postre favorecer a otras favoritas, como Argentina, Uruguay y Colombia.
La acusación de violación
Una mujer, cuya identidad se mantiene en reserva, aseguró que Neymar abusó de ella en un hotel de París, adonde ella viajó en mayo por invitación del astro brasileño.
Neymar se defendió mostrando lo que asegura son conversaciones íntimas entre ambos vía WhatsApp, con fotos de la chica en ropa interior y mensajes eróticos, que tuvieron lugar incluso un día después de que ocurrió el supuesto abuso. Asegura que intentan extorsionarlo.
“Son momentos íntimos, pero es necesario exponerlos para probar que realmente no ocurrió nada de más”, dijo el ’10’ de Brasil en un video.
Mostrar sin consentimiento las imágenes de desnudos que recibió ocasionó que la policía le abriera una investigación.
Para el entrenador Tite, Neymar es alguien técnicamente “imprescindible”, pero no “insustituible”.
“No tenemos los hechos lo suficientemente claros. Sólo el tiempo puede dar esas respuestas (…) La selección está por encima de todos”, aseguró.
Por su parte, el equipo lo apoya.
“Creo en la inocencia de Neymar. Confío en que no ocurrió nada de lo que se lo acusa. Estoy seguro que nosotros, jugadores y cuerpo técnico lo apoyaremos al 100 % para que nada de esto interfiera dentro de campo”, afirmó el volante Fernandinho.
Indisciplina
El escándalo llega en un momento delicado para Neymar, a quien su encontronazo con un hincha tras la derrota del PSG en la Copa de Francia le costó no solo tres partidos de suspensión, sino también perder el brazalete de capitán de la Seleção, que Tite cedió a Dani Alves.
Ya antes, mientras se recuperaba de una lesión, vio desde las tribunas el duelo gel PSG con el Manchester United por Liga de Campeones. Tras la derrota de su equipo insultó a los árbitros vía Instagram. La UEFA lo sancionó también con tres partidos.
El más caro pero no el mejor
Si se lo propone, es un jugador desequilibrante, veloz y partícipe de casi todos los ataques de su escuadra. Tiene 60 goles con la ‘verdeamarela’ y es el tercer mayor goleador histórico después de Pelé (77) y Ronaldo (62).
Pero el panorama no es alentador.
“Neymar llega a la Copa América en una situación muy diferente a la que disputó la Copa del Mundo (2014) y las Olimpiadas (de 2016), cuando era candidato a ser uno de los tres mejores jugadores del mundo”, dijo el columnista deportivo brasileño Juca Kfouri.
A pesar de ser el jugador más caro del mundo, “hoy no está entre los tres mejores y tiene la misión de demostrar al hincha brasileño que es capaz, técnicamente, de comandar a la selección, cosa que hasta ahora no ha hecho”, agrega.
Es el único jugador clase A del equipo. Cuenta con un tratamiento VIP que no tenían sus antecesores Ronaldo, Ronaldinho o Rivaldo, pese a ser todos estrellas.
Lesiones y caídas
A todo ello se suma una temporada truncada por una lesión en el pie, además de su polémica actuación en el Mundial de Rusia, donde fue más protagonista por sus caídas que por su juego.
En los primeros días de entrenamiento en Brasil tuvo dificultades con la rodilla izquierda y preocupó a sus médicos, pero ya volvió a las prácticas.
En medio de toda esta racha, rumores de la prensa europea señalan que tanto su exclub Barcelona como el Real Madrid estarían interesados en reclutarlo.
Del Instagram a la vida real
Neymar necesita reencontrarse con la ‘torcida’ y dejar en claro que su juego es tan fantástico como su vida en Instagram, donde tiene 119 millones de seguidores.
Se mueve a los entrenamientos en la Granja Comary en Rio de Janeiro en un ostentoso helicóptero con sus iniciales y es memorable su cumpleaños número 27 cuando, aún con muletas por una lesión, organizó una pomposa fiesta.
Sin embargo, también es conocido por su filantropía, a través de una fundación que fomenta el deporte entre niños de escasos recursos.
“No es fácil ser Neymar. Es difícil estar en la piel de él”, dijo el año pasado un directivo coordinador de la Confederación de Fútbol Brasileño (CBF), Edu Gaspar, sobre el criticado desempeño del jugador en Rusia-2018.
Sus cercanos aún se refieren a él como ‘menino’ (niño, muchacho, en portugués), aunque se trata de una persona de 27 años, con barba en el rostro y padre de un hijo.
LO ÚLTIMO
.svg)
