Enfrentaron al octavo clasificado del Oeste en la primera ronda de los playoffs, pero para los Phoenix Suns, el equipo con mejor desempeño en la temporada regular (64 victorias en 82 partidos), no fue tarea fácil dejar atrás a unos New Orleans Pelicans que, según el pronóstico, iban a ser barridos por los de Arizona en el arranque de la postemporada.

El pasado 17 de abril todo comenzó según lo esperado, victoria 110-99 de los Suns en el primer juego de la serie defendiendo su casa; la sorpresa por parte del equipo que venía de vencer sorpresivamente a Los Ángeles Clippers en el ‘play-in’, empezó a construirse a partir del segundo partido en el Footprint Center, cuando los Pelicans se impusieron 125-114 en territorio visitante.

La preocupación llegó de inmediato al camerino del actual campeón de la Conferencia Oeste, no solo por haber arrancado 1-1 la llave en compañía de sus fanáticos, sino también por la inesperada distensión de primer grado en los isquiotibiales que sufrió Devin Booker en su pierna derecha, lesión que lo terminó dejando por fuera de la fiesta de los ‘playoffs’ de manera indefinida.

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De esta manera, los dirigidos por Monty Williams viajaron a Luisiana con el propósito de demostrar que su talento y eficacia no depende de uno de los jugadores de su plantilla; lo lograron, pues en el tercer juego de la serie ganaron un apretado juego (114-111) en el Smoothie King Center, siendo este reñido marcador una pequeña muestra del poderío basquetbolístico que mostraron los Pelicans el pasado 24 de abril en su nido.

La combinación ofensiva entre Brandom Ingram (30 puntos), Jonas Valanciunas (26 puntos), C.J. McCollum (18 puntos) y Herbert Jones (13 puntos), fue suficiente para que New Orleans igualara una vez más la serie ante uno de los máximos favoritos a ganar el anillo con un dominante 118-103 a su favor, y de paso comenzara a ilusionarse con la hazaña en la 75° edición de la NBA.

La ilusión duró poco: los Suns regresaron a Arizona y se impusieron con tranquilidad 112-97 en el quinto juego, y en su regreso a tierras ajenas, contaron con la fortuna de tener de vuelta en el maderamen a su jugador franquicia, Devin Booker; a pesar de su regreso, todas las miradas se centraron en Chris Paul luego de una actuación ofensiva inolvidable.

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Con 14/14 en tiros de campo, 4/4 en tiros libres y 1/1 en triples, ‘CP3’ se vistió de superhéroe y lideró a sus compañeros en una sufrida clasificación a semifinales, sufrida porque por momentos parecía que los Pelicans alargarían la llave a un séptimo partido, pero, con sus también 8 asistencias y 5 rebotes en el compromiso, Paul se encargó de apagar por completo la luz de esperanza que se estaba forjando en la plantilla comandada por Willie Green.

Su recital de puntos se ve reflejado en un nuevo récord histórico: Chris Paul se convirtió en el primer jugador de todos los tiempos que anota más de 13 lanzamientos sin fallar en un partido de ‘playoffs’.

Luego de superar una prueba más complicada de lo esperado, los Phoenix Suns recargarán energías para enfrentar a los Dallas Mavericks en su próximo desafío. Por su parte, los Pelicans demostraron que su reconstrucción está teniendo éxito, y es que gracias a la rápida adaptación de los novatos Herbert Jones y José Alvarado a la NBA, la reciente llegada de McCollum al plantel, la consolidación de Ingram y Valanciunas en su juego, y el pronto regreso de Zion Williamson a las canchas, estos New Orleans son candidatos a conseguir grandes cosas en la temporada 2022-23.