Desde la llegada de David González al banco ‘poderoso’, el Medellín no ha podido encontrar el rumbo en los torneos nacionales. Actualmente se encuentra en la posición 13 de la Liga BetPlay y está al borde de la eliminación en la Copa Colombia.

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  1. La decisión de poner al frente del proyecto antioqueño a uno de los máximos ídolos del DIM siempre fue un riesgo. El exarquero era la primera vez que llegaba a dirigir a un equipo, y, además, con varias condiciones desfavorables:.
  2. Vara muy alta: Independiente Medellín estuvo hasta la última fecha de los Cuadrangulares Semifinales del primer semestre con chances de clasificarse a la final.
  3. Falta de refuerzos: la única contratación del rojo paisa en el inicio de la campaña fue el mediocampista Christian Camilo Marrugo. Luego, con el pasar de los días, hubo otros refuerzos debido a las necesidades que encontró el ‘rockero’ en el equipo.
  4. No hubo pretemporada: David, apenas, tuvo una semana para preparar su participación en el rentado nacional, por lo que, no pudo hacer la recuperación y preparación necesaria para empezar su debut como entrenador.

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Si se analizan los resultados y el juego, cualquier otro técnico tendría sus horas contadas con el Medellín. Sin embargo, hay que recordar que en la presentación oficial de González se hizo mucho énfasis en la inmediatez de resultados y que era lo que se le iba a exigir a David en su primera temporada.

La respuesta fue: “La idea es empezar un proyecto”. La posible eliminación de la copa no debería ser una razón de peso para la destitución del cargo, ya que, su rival es uno de los mejores del Fútbol Profesional Colombiano.

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Por otro lado, la liga empieza a ser la verdadera debilidad de González. La crisis de resultados y la ausencia de juego durante la mayor parte de partidos está poniendo a la hinchada en su contra, y es que, a pesar de ser un referente de la institución roja, la paciencia de un sector del público se está empezando a agotar.

El próximo partido del Medellín será frente a Atlético Nacional y podría ser una prueba de fuego para la continuidad del entrenador.