Los reclamos son de las futbolistas Melissa Ortiz e Isabella Echeverry, quienes dijeron que en las concentraciones no recibían viáticos, tenían uniformes viejos y se sentían amenazadas, mientras que otras futbolistas aseguraron desde el anonimato que el entrenador Felipe Taborda les pedía plata.
Frente a esta situación, Alicia Arango Olmos, ministra de Trabajo, dijo en CM& que está “muy preocupada” e invitó a las deportistas a que la visiten para buscar una solución: “Vayan a nuestro despacho; en lo que podamos ayudar será perfecto”.
Por su parte, Ernesto Lucena, director de Coldeportes, fue más directo y expresó que se deben tomar medidas al respecto.
“Con la Dimayor y la Federación vale la pena hablar del tema y poner los puntos sobre las íes”, apuntó.
Entre tanto, la Federación Colombiana de Fútbol expresó mediante Álvaro González Alzate, vicepresidente segundo del comité ejecutivo y presidente de la rama aficionada, que no se abrirá investigación por considerar que todo proviene de chismes y versiones de prensa.
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