Como una película de terror fueron los últimos días que vivió el futbolista colombiano Gilmar Bolívar, quien estuvo atrapado en Ucrania mientras se vive la guerra por la invasión rusa, que ha dejado centenares de civiles y soldados muertos.

El jugador, que militaba en el Karpaty Halych de la segunda división de ese país, había llegado a suelo ucraniano en el mes de enero para adelantar la pretemporada con su escuadra en Leópolis, ciudad ubicada en el extremo opuesto a la frontera con Rusia y donde residía. 

Luego de desatarse el conflicto bélico, a través de sus redes sociales, el jugador solicitó ayuda para volver a Colombia, aunque en principio no sufrió las consecuencias de la guerra, con el pasar de los días la situación se fue complicando y debió vivir encerrado hasta que encontrara una solución.

Pues bien, luego de varios trámites el jugador pudo regresar al país con la ayuda de la Cancillería que le facilitó un vuelo humanitario y así pudo concretar su salida de Ucrania. 

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Así las cosas, en la tarde de este martes 15 de marzo, Bolívar arribó a suelo colombiano manifestando su alegría de estar en su casa después de implorar ayuda por la coyuntura mundial.

“Me siento contento de estar de regreso: ¡Siempre es motivo de alegría estar con la familia! Agradecido con Dios primeramente y todas las personas que siguieron mi proceso en Ucrania”, le dijo Bolívar a El Tiempo.

De igual manera, aclaró que seguirá trabajando en la parte física y futbolística, pues anhela que le salga alguna propuesta de un club ya sea en territorio nacional o internacional.

“Por qué no Nacional, por qué no en el Cali, equipos en los que ya estuve, claramente las cosas ya han cambiado, pero retornar a estos clubes me daría mucha ilusión”, finalizó.