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El reciente partido entre Once Caldas y Boyacá Chicó, disputado en el estadio Palogrande de Manizales por la fecha 13 de la Liga BetPlay, ha sido mucho más que un simple encuentro futbolístico: representa el reflejo de la situación actual, las amenazas y las oportunidades que enfrenta el club de cara a la clasificación a los cuadrangulares finales. En este escenario, el Once Caldas, bajo la dirección técnica de Hernán Darío Herrera, tomó la decisión de alinear una nómina mixta, buscando sumar puntos vitales para abandonar la casilla 14 —en la que se encontraba con 13 unidades— según datos reportados en la cobertura original. Esta posición en la tabla pone de relieve las dificultades de rendimiento que ha atravesado el equipo en la primera fase del campeonato.
Comparar este presente deportivo con la trayectoria del club aporta mayor dimensión al momento que vive el Once Caldas. Reconocido por su historia y por logros tan emblemáticos como el título de la Copa Libertadores en 2004, además de varios campeonatos nacionales, el equipo enfrenta en 2025 una temporada marcada por la irregularidad y la clara necesidad de robustecer el plantel. De acuerdo con análisis de ESPN Deportes y AS Colombia, la estrategia empleada por Herrera, que combina experiencia y juventud, busca rescatar competitividad mientras proyecta una renovación paulatina. Este balance resulta complejo ante el incremento del nivel de exigencia en la liga colombiana.
A la par de sus retos en la liga, Once Caldas asume otra prueba importante en la Copa BetPlay Dimayor. Después de superar a Deportivo Pasto en la fase previa, el conjunto blanco jugará el partido de vuelta en casa el 1 de octubre, definiendo su paso a los cuartos de final. En ese escenario podría enfrentar a Atlético Nacional, el club más laureado del fútbol colombiano y fuerte candidato en cada torneo, según subrayan reportes oficiales de DIMAYOR. Participar en doble competencia implica, para el cuerpo técnico y la plantilla, gestionar al máximo los recursos físicos y tácticos, con el riesgo de desgaste que históricamente puede afectar el rendimiento en ambos frentes competitivos.
El calendario inmediato tampoco da respiro: para la fecha 14, Once Caldas deberá visitar a La Equidad en el estadio Metropolitano de Techo en Bogotá. De acuerdo con estudios recogidos en el Journal of Sports Sciences, presentarse en condición de visitante implica desafíos adicionales, especialmente si se consideran las diferencias de altitud entre Manizales —ubicada a 2.150 metros sobre el nivel del mar— y la capital colombiana. La planificación detallada y la rotación de futbolistas que sugieren los expertos pueden contribuir a sortear los efectos fisiológicos y estratégicos de estos cambios.




Por otro lado, el contexto general del fútbol colombiano ha evolucionado hacia una competencia cada vez más reñida, en la que la presencia internacional y la presión mediática impulsan procesos de profesionalización constantes en los clubes. Portales oficiales como DIMAYOR y la Federación Colombiana de Fútbol ofrecen estadísticas fidedignas y reportajes de actualidad, permitiendo tanto a la prensa como a los aficionados un seguimiento estricto del desempeño y progresos del Once Caldas.
El periodismo deportivo, mediante enfoques investigativos y herramientas de análisis de datos, contribuye hoy a una comprensión mucho más profunda del fútbol profesional. Reportajes, entrevistas y estudios respaldados por fuentes como El Espectador y RCN Radio, ayudan a comprender la dimensión cultural y social de equipos como Once Caldas, cuya historia está estrechamente relacionada con la identidad y el entorno económico de Manizales.
¿Por qué es relevante la combinación de jugadores jóvenes y experimentados en equipos como Once Caldas?
La mezcla de juventud y experiencia en un equipo de fútbol, como la que impulsa Hernán Darío Herrera en Once Caldas, tiene relevancia estratégica en el proceso de reconstrucción de plantillas. Según análisis de portales como ESPN y AS Colombia, contar con futbolistas de recorrido profesional garantiza estabilidad táctica y liderazgo, mientras que los jóvenes aportan dinamismo y proyección a futuro. En ligas cada vez más competitivas, este equilibrio puede determinar el éxito o fracaso de un proyecto deportivo y asegurar la continuidad institucional.
A nivel de gestión interna, la convivencia entre varias generaciones requiere liderazgo y claridad en los objetivos del club. Los últimos campeonatos muestran que quienes logran consolidar procesos de integración y aprendizaje mutuo tienen mejores expectativas de rendimiento continuo y solución ante adversidades propias de largos torneos.
¿Cuál es el impacto de la altitud en el rendimiento del Once Caldas cuando juega de visitante?
El asunto de la altitud es fundamental en el fútbol colombiano, especialmente para equipos como Once Caldas que juegan habitualmente en ciudades a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Estudios publicados por el Journal of Sports Sciences indican que la adaptación al nivel del mar conlleva retos fisiológicos, como la disminución de la capacidad aeróbica. Por lo tanto, al presentarse en estadios de menor altitud, el grupo debe ajustar entrenamientos y tácticas defensivas para mantener la competitividad.
La exigencia física de estos desplazamientos y la necesidad de adaptarse a condiciones de oxígeno diferentes han llevado a los entrenadores a rotar jugadores y espaciar descansos. Así se intenta mitigar el desgaste, manteniendo el nivel de juego y evitando lesiones, lo que resulta determinante en el resultado de los duelos disputados fuera de casa.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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