
El fútbol colombiano enluta sus corazones tras la muerte del joven talento, Éder Smic Valencia Ambuila. A la temprana edad de 16 años, Valencia encontró su desenlace fatal durante unas vacaciones en Guachené, en un accidente vehicular. Esta irreparable pérdida deja un vacío en el deporte nacional, ya que a corta edad, ya había realzado su nombre en el ámbito futbolístico y se preparaba para unir fuerzas con el New York Red Bulls en la Major League Soccer (MLS) en Estados Unidos.
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El club colombiano Academia Alemana Popayán, donde militaba Valencia, expresaron su pesar públicamente a través de las plataformas virtuales. “Su memoria queda grabada en nuestros corazones y acompañamos a su familia en estos momentos difíciles”, manifestaron, evidenciando el impacto significativo que ha tenido esta pérdida para la comunidad futbolística juvenil.
La promesa de Éder Valencia sobrepasaba las fronteras colombianas. A inicios de este año, había suscitado el interés de los New York Red Bulls, capitalizando en su brillante desempeño en la Bulls Cup Sub-16, donde su habilidad goleadora en el campo se destacó entre sus pares. Esta competición se convirtió en el trampolín que fortaleció su perfil internacional, mismo que finalmente le brindó la oportunidad que tanto esperaba.




En adición a su proyección al club neoyorquino, Valencia figuró como ficha clave en los procesos de selección de categorías juveniles de Colombia. Recientemente había sido convocado para un entrenamiento de la Selección Sub-16, con vista al Campeonato Sudamericano Sub-17 de 2026, lo que confirmaba que estaría en el radar de próximos representantes del fútbol colombiano.
Detalles específicos de las circunstancias alrededor del accidente automovilístico aún no han sido divulgados. Sin embargo, el hecho en sí ha causado estragos dentro de la comunidad deportiva colombiana, lamentándose la prematura muerte de un joven con gran potencial futbolístico.
En definitiva, la repentina partida de Éder Smic Valencia marca un golpe duro para el fútbol colombiano. Su talento promisorio y proyección incipiente lo posicionaban como una consideración seria para la MLS y el deporte nacional. La vida a veces golpea más fuerte que cualquier balón y deja enormes huecos entre las metas soñadas. La tristeza se apodera de la corta carrera deportiva de este talentoso joven que se iba abriendo paso y cumpliendo sueños en el fútbol.
El destino tenía preparado un camino lleno de oportunidades para Éder Valencia, quien a sus escasos 16 años, ya brillaba con luz propia en el fútbol juvenil colombiano. Con miras de dar el salto al fútbol internacional, su trágico fin sorprende a todos y deja un vacío, una historia interrumpida.
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