El pedalista zipaquireño, campeón del Tour de Francia 2019, dice sentirse motivado, a pesar de no haber competido en las últimas 6 semanas, recoge Cycling News.

Las últimas 6 semanas fueron utilizadas por Egan Bernal y su entrenador, Xabi Artetxe, para prepararse en la altura, en las montañas de Cundinamarca, mientras que en preparación para el Giro de Italia, el corredor ya hizo un reconocimiento del tramo destapado de la etapa 11 y de algunas de las cuestas más duras de esta edición.

El optimismo de Bernal proviene de la buena preparación que tuvo al principio de la temporada 2021, en la cual Bernal tuvo presentaciones destacadas en competencia, como un cuarto puesto en la Tirreno-Adriático, tercero en la Strade Bianche (tramo destapado que se usará en la etapa 11 del Giro), segundo en el Trofeo Laigueglia y una demostración de potencia en la etapa del Mont Ventoux, en el Tour de la Provence.

“Quiero recobrar la confianza que tenía antes de la temporada del 2020”, dijo Bernal a Cycling News, y continuó: “Estoy trabajando duro para lograrlo, pues lo que sucedió el año pasado no fue fácil y por ello necesito encontrar esa antigua chispa y confianza, así que estoy muy motivado, aunque sé que es un proceso largo”.

Bernal recordó que debe ser cauto en sus expectativas y tomar la carrera “día a día”, en caso de que reaparezcan los dolores de espalda que lo aquejaron en 2020 y de os cuales no se sabe cómo reaccionará el cuerpo en una competencia de tres semanas, con un último segmento especialmente duro.

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Egan señaló que en el Giro de Italia de este año deberá estar atento de no perder tiempo desde el prólogo, el sábado 8 de mayo, pero promete que si el cuerpo lo permite, será más agresivo en competencia, con ataques desde lejos.

Finalmente, se refirió a llevar el número 1 en la espalda y de la responsabilidad de portarlo: “Luciré el número 1 gracias a Tao (Geoghegan Hart, que ganó el año pasado) y tendré que honrarlo”.