Por: EL RINCÓN DEL VINOTINTO

El Rincón del Vinotinto es el principal medio de información deportiva de la 'Tierra Firme'. Con una trayectoria de 14 años, ha estado siempre al lado del tricampeón del fútbol profesional colombiano: Deportes Tolima, de sus gestas, pero también sus frustraciones.

Este artículo fue curado por Gustavo Arbelaez   Ago 14, 2023 - 10:11 am
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Sin sobrarle nada en su propuesta, Deportes Tolima ratificó el viernes 11 de agosto su ‘paternidad’ ante Atlético Huila, al que venció por la mínima diferencia (1-0), como en el amistoso de pretemportada, por la quinta fecha de la Liga BetPlay 2 2023. El ‘Pijao’, con marcados altibajos, se impuso aun así ante un contrincante que, a decir verdad, se quedó corto en su fase ofensiva, pero que metió algunos sustos en el tramo final del compromiso.

El solitario gol del volante ofensivo Yeison Guzmán, cuando el cronómetro marcaba los 28′ del cotejo, fue suficiente –por fortuna– para que el ‘Vinotinto y Oro’ cosechara un valioso botín ante su gente, que disfrutó que una promoción para el ingreso de este partido, con lo que tomó un necesario respiro en el tablero de posiciones. Y, de paso, metiera en problemas a su contrincante, que cedió terreno en su lucha por no descender, en la que le restan 15 ‘finales’.

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De los ‘chispazos’ de arranque, en los que mostró ímpetu y parecía arrollar a su rival, el cuadro de la ‘Tierra Firme’ pasó a pedir el tiempo en el epílogo, ante la reacción del cuadro ‘Opita’, que vendió cara su derrota. Con todo y ello, con algunas destacadas actuaciones individuales, el local salió avante y se sacudió tras el empate (1-1) ante Águilas Doradas y la derrota (1-0) frente a Millonarios en la Liga BetPlay.

Con siete puntos de 15 jugados, para un rendimiento del 46,6%, el elenco ‘musical’ ascendió del puesto 13 al cuarto en la tabla, a la espera del desarrollo del resto de la jornada. Y ya piensa en lo que será el juego de vuelta de los octavos de final de la Copa BetPlay 2023: cuando reciba al Alianza Petrolera, el miércoles 16 de agosto, a partir de las 7:00 p. m., en el gramado del Manuel Murillo Toro.

Apenas transcurría el minuto 2 del encuentro en el ‘Coloso de la 37’, cuando el debutante Lucas González exigió al guardameta Jhon Figueroa, en la primera llegada clara al arco del Atlético Huila. Con un ritmo vertiginoso, con transiciones rápidas y la explosión por las bandas, el onceno ‘musical’ puso en serios aprietos al contrario, al que le costó salir de su propio campo con el balón en sus pies.

Y antes de que se cumpliera el cuarto de hora (11′), González -a pase del lateral Juan Guillermo Arboleda, quien se abrió paso por el flanco diestro- se arrimó de nuevo y con relativo riesgo con un cabezazo, el cual no tuvo mayor éxito, pero le permitió mostrarse al ariete en su estreno en el balompié del exterior. Así fue mostrándose con su nueva divisa, en la que está llamado a ser protagonista.

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A su vez, a los 16′, el volante mixto Juan Pablo Nieto también apareció en solitario, pero no capitalizó el pase del mediapunta uruguayo Facundo Boné, quien rompió con facilidad la línea defensiva del adversario y llevó riesgo a predios huilenses. Fue otra opción concreta que no cristalizó el cuadro comandado por el argentino Juan Cruz Real, que a esa altura del juego dominaba a placer al Huila.

Pero a medida que pasaron los minutos, el foráneo ganó terreno y empezó a presionar la salida del equipo de la ‘Tierra Firme’, que buscó salir de su presión con pases cortos. Y cuando parecía que la estrategia no funcionaba, una genialidad de Boné le permitió al dueño de casa abrir la cuenta en la pizarra, por intermedio del volante Yeison Guzmán, quien sigue siendo el ‘diferente’ en la nómina.

Boné, quien se internó con absoluta facilidad entre los rivales, encontró habilitado al ’10’: y este, con un potente derechazo cruzado, dejó sin posibilidades al cancerbero del conjunto huilense. Así se dio la primera alegría del duelo, justo premio a un plantel que hacía más por el resultado y que, temprano, encontraba tranquilidad para su banquillo técnico, que llegaba si se quiere condicionado.

En la media distancia, tranquilo por el desarrollo de la contienda, el ‘Pijao’ intentó aumentar la ventaja. Y probó con la pegada del zaguero central César Haydar, quien además de cumplir en el cuarteto posterior por poco arrima un gol a sus cuentas; de no ser por la estirada del guardameta Figueroa, que voló al ángulo y evitó la segunda celebración de la noche en el máximo escenario de los ibaguereños.

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Para la segunda mitad, la primera opción clara de gol la tuvo el ‘Vinotinto’, que a los 51′ por poco emboca el útil al fondo de la red, pero en la línea la evacuó la zaga huilense, que ahogó el grito de cerca de 6.500 espectadores en las graderías del Murillo Toro de Ibagué. Y, a los 61′, luego de un prolongado letargo, Juan David Ríos se arrimó en la pegada desde fuera del área, en un disparo que pasó cerca.

Las inclusiones del volante Fabián Mosquera por Nieto, y el atacante Diego Herazo por González, y posteriormente la del lateral derecho Yhormar Hurtado por Boné, refrescaron el accionar del local; que si bien tuvo complicaciones para acrecentar la diferencia a su favor, logró mantener la ventaja. Eso sí, de manera paulatina, Huila se metió de nuevo en el cotejo y apretó en los instantes finales del mismo.

En contraste con gran parte de los 45′ iniciales, Tolima no tuvo la misma solvencia y, aunque se arrimó de manera esporádica, a través de Herazo y el recién llegado Álex Castro, quien mereció ‘mojar’ en las redes, permitió algunas concesiones en el mediocampo: lo cual le dio vida al foráneo, que comenzó a salir más por las bandas y buscar, de este modo, presencia en el último cuarto; y a fe que lo consiguió.

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Y es que a los 90+2′, el local se salvó del empate, luego de que Carlos Lucumí llegara en solitario y obligara a la rápida reacción del guardameta Neto Volpi, que se encargó de echarle ‘candado’ a su valla. Fue, quizá, el momento de mayor nerviosismo en un choque en el que solo el pitazo final del juez Diego Ulloa, de aceptable papel en la administración, pudo darle la serenidad pedida al anfitrión.

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