Se midieron dos equipos con inercias positivas. En el caso del sevillano con ganas de dar un salto importante para colarse en los puestos europeos y en el del catalán para salir de esa zona de nadie y  aspirar a la zona alta de la tabla.

De entrada, hubo que comprobar cuál de los dos se adaptaba mejor al terreno, que, sin estar mal, se encontraba algo rápido y blando, por la lluvia.

Propuso más la formación local y encontró el premio rebasada la media hora, en una jugada en la que colaboró Pau López con su endeblez de manos en un remate de cabeza del canterano Junior Firpo.

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Con el 1-0 no varió nada la situación y el Betis mantuvo su interés por irse hacia la meta visitante ante un Espanyol al que le duró muy poco el balón en su poder y que nunca inquietó al portero Antonio Adán.

En la segunda parte Quique Sánchez Flores sacó de entrada a Sergi Darder por Pablo Piatti para darle más consistencia a un centro del campo que había perdido en el primer periodo, pero la reacción no llegaba ante un Betis que mantuvo controlado el partido.

El centrocampista argelino Ryad Boudebouz, además, quiso que ese control local quedara reflejado en el marcador y de un preciso remate cruzado por abajo puso el 2-0, a los 56 minutos.

Fue a partir de ahí cuando el Espanyol despertó y apretó por primera vez en todo lo que iba de partido pero nunca con la fuerza suficiente para inquietar a un adversario que logró el tercero por mediación del otro canterano, Francis Guerrero, y también con la colaboración del meta espanyolista.

El partido estaba ya sentenciado y solo quedaba por ver si el Betis marcaba algún tanto más o el Espanyol maquillaba el abultado marcador, pero no pasó nada de eso.

Con información de EFE