En octubre de 2021, el mercado automotor de Colombia vendió cerca de 23.000 vehículos nuevos, según cifras de la Andi y Fenalco. De estos, más de 2300 fueron automóviles con algún grado de hibridación o electrificación.

Estas cifras, donde por primera vez se superó el 10% de cuota, ratifican a Colombia como el mercado más grande de vehículos de las llamadas “tecnologías limpias” en América Latina, aun cuando el costo sea muy superior en muchos casos al de alternativas a combustible.

¿Por qué en Colombia se venden más híbridos y eléctricos que en otros países con mayor poder adquisitivo en la región como Chile, México o Brasil? En gran medida esto se debe a una serie de beneficios presentados por los gobiernos nacional y locales. Estos beneficios no solo incluyen el más conocido de todos, la exención de pico y placa, sino otros apoyos importantes para hacer más asequibles estas tecnologías.

Carros sin pico y placa en Bogotá y otras ciudades

Uno de los primordiales es que los vehículos híbridos y eléctricos, en la mayoría de los casos sin importar su nivel de hibridación, están autorizados a circular en los horarios de restricción de la movilidad en Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Manizales, Ibagué y Pereira. Esto hace que una persona que piense en comprar dos carros de 50 millones vea más viable comprar uno solo de 90, pero con tecnología limpia, y pueda usarlo permanentemente.

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De hecho esta es la medida más utilizada a nivel comercial, en especial con automóviles de hibridación ligera que son los más asequibles. Marcas como Audi y Land Rover tienen prácticamente toda su oferta con estas tecnologías “mild hybrid”, que no son ambientalmente tan eficientes pero cumplen los requisitos de propulsión eléctrica y a combustible exigidos por la ley.

Beneficios arancelarios

Una forma utilizada para bajar los costos de los vehículos electrificados ha sido mediante las exenciones arancelarias. Colombia no tiene la capacidad de pagar, como Estados Unidos, una devolución de impuestos para potenciar la compra de un automóvil eléctrico, pero sí ha aceptado reducir tanto el IVA como el arancel a estos vehículos de acuerdo a un polémico negocio de cuotas arancelarias. Un carro eléctrico paga 0% de arancel, un híbrido el 5%, y uno a gasolina el 35%.

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La polémica está en que cuando se implementó esta cuota en 2017, casi toda fue absorbida por los buses duales híbridos de TransMilenio. Así, en 2021 la cuota es de más de 3000 unidades, pero los buses eléctricos e híbridos de los sistemas de transporte masivo la estaban tomando, por lo que el gobierno de Iván Duque decidió retirar la cuota. Bastante mejor: en los próximos años tendría que ser de 30.000 automóviles…

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Descuentos para eléctricos

El costo de un automóvil eléctrico es mucho mayor al de un híbrido, por lo que requiere de otro tipo de beneficios. Por ejemplo, en el caso de Bogotá el “plan Marshall” de reactivación económica aprobó descuentos en el impuesto de vehículos para los eléctricos matriculados en la capital de hasta 60%. Los híbridos llegan a un 40% de descuento en el tributo. El SOAT también tiene un descuento especial para vehículos de movilidad eléctrica.

Así mismo, en algunas entidades como universidades privadas hay espacios destinados exclusivamente al parqueo eléctrico. Incluso, hay puntos de recarga en los parqueaderos de algunos centros comerciales (en el caso de Bogotá están en Unicentro y Galerías, entre otros) donde el propietario no solo puede cargar su vehículo mientras compra, sino recibe un descuento en el pago del estacionamiento.

Créditos especiales

Para impulsar esta demanda, algunos bancos como Occidente, BBVA y Davivienda han propuesto líneas de crédito especiales para movilidad limpia. Estas cubren hasta el 110% del valor del vehículo, con el fin de que el 10% adicional se utilice para pagar puntos de carga. También prometen menores tasas de interés.

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Costos más reducidos de manejo

Otro tema a tener en cuenta es el costo de la recarga. En una casa de estrato 6 en Bogotá, una recarga de un automóvil eléctrico puede costar, según Enel, unos 19.000 pesos para una batería de 30 kilovatios, la cual puede dar una autonomía cercana a 250 kilómetros. En un auto equivalente de combustión, esos 250 kilómetros requerirían de 5 a 7 galones de combustible (llámese gasolina corriente, extra o diésel) que pueden costar de 44.000 a 90.000 pesos, dependiendo del combustible y el vehículo.

Además, los autos eléctricos, sobre todo, tienen una ventaja al no requerir consumibles como filtros de aire, de aceite ni bujías. Los motores son prácticamente libres de mantenimiento, aunque las baterías son de cuidado, en especial porque suelen estar en los pisos de los vehículos, lo que las puede hacer vulnerables en carreteras y calles como las de Colombia.

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