Mientras que para algunas personas puede parecer que el color de un carros simplemente refleja los gustos del propietario, estudios más profundos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley revelan que el tono de un vehículo también tiene implicaciones económicas y ambientales.
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Los tonos claros, como el blanco o el gris, reflejan hasta un 60 % de la luz solar, mientras que los colores oscuros, como el negro o el marrón, solo rechazan alrededor del 5 %, precisa el estudio.
Esto significa que los vehículos de tonos oscuros tienden a absorber más calor, lo que resulta en un aumento de la temperatura interior y la necesidad de utilizar el aire acondicionado con mayor frecuencia.
Para demostrar esta teoría, los investigadores llevaron a cabo un experimento en Sacramento, Estados Unidos. Dejaron dos Honda Civic, uno negro y otro plateado, parqueados bajo el sol durante una hora. Después de ese tiempo, el carro negro registró una temperatura entre 5 y 6 grados Celsius más alta que el auto plateado.
Esta diferencia de temperatura tuvo un impacto significativo en el consumo de combustible y las emisiones contaminantes. El carro plateado necesitó menos energía del aire acondicionado para alcanzar una temperatura interna óptima, lo que resultó en un 1,9 % menos de emisiones de CO2 y un 1 % adicional de otros gases.
A nivel global, estas cifras podrían traducirse en ahorros significativos de gasolina —que en Colombia está carísima— y una reducción considerable de emisiones dañinas para el medio ambiente, detallaron los científicos del Lawrence Berkeley National Laboratory.
Este estudio resalta la importancia del color de la carrocería no solo como una cuestión estética, sino también como un factor relevante en la eficiencia energética y la contaminación atmosférica asociada a los vehículos.
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