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Las obras correspondientes al puente de Venecia, parte del tramo 1 de la nueva troncal de Transmilenio en la Avenida 68, representan uno de los grandes retos de la infraestructura y la movilidad en Bogotá. Estos trabajos, que comenzaron hace dos años y han sufrido considerables retrasos frente al cronograma originalmente planteado, ahora muestran avances decisivos que resultan vitales para mejorar el transporte público en el sur de la ciudad. Inicialmente, se proyectaba que la culminación de la obra tendría lugar este año, pero la ejecución ha demandado más tiempo debido a la complejidad técnica de las labores y a la cantidad de recursos involucrados.
Durante la madrugada del martes reciente, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) comunicó un hito trascendental en la obra: el izaje de la última de las 15 vigas que conforman la nueva estructura del puente de Venecia. Este hecho no solo simboliza el cierre de una etapa crítica, sino que además permite iniciar de inmediato nuevos trabajos claves, como el ensamblaje de la estructura metálica necesaria para fundir las placas del puente. Según declaraciones del director del IDU, Orlando Molano, hasta la fecha han sido fundidos más de 600 metros cúbicos de concreto para la placa, lo que acelera sustancialmente el avance del proyecto.
Las maniobras de izaje comenzaron el sábado 13 de diciembre, cuando se levantaron dos vigas rectas y una viga curva sobre la autopista Sur, en el eje 6, costado sur de la obra. En estas operaciones participaron más de 60 trabajadores especializados, incluyendo soldadores, armadores, operadores de grúa y supervisores técnicos. La labor requirió la utilización de dos grúas, cada una con capacidad de levantar hasta 270 toneladas, lo que permitió realizar las operaciones con seguridad, especialmente durante las horas nocturnas para minimizar el impacto sobre el tráfico vehicular.
Con el montaje de las vigas terminado, los siguientes pasos se enfocan en la conformación del tablero del puente. Esta parte inició recientemente con el vaciado de 160 metros cúbicos de concreto en el costado norte, dando continuidad a un proceso que había acumulado solo un 12% de progreso hasta enero de 2024, según cifras del IDU. Actualmente, el nivel de ejecución de la obra ha alcanzado el 71,68%, evidenciando un avance notorio en los últimos meses y estableciendo expectativas favorables en cuanto a la finalización del puente para finales de 2026. Se estima, además, que todo el tramo 1 de la Avenida 68 estará concluido a mediados de 2027, en conjunto con el resto del corredor vial actualizado.
Dentro de este contexto, fuentes como El Espectador han dado seguimiento constante a este proyecto, resaltando la relevancia de tales avances para la ciudad y subrayando su impacto sobre la movilidad y la conectividad en el sur de Bogotá. Para obtener información ampliada sobre este y otros temas relacionados con la capital y el departamento de Cundinamarca, el diario invita a consultar su sección Bogotá.
¿Cuáles son los principales desafíos en la construcción de grandes puentes urbanos?
En el contexto del desarrollo urbano en ciudades como Bogotá, la construcción de grandes puentes implica una serie de retos específicos. Primero, es imprescindible planificar cuidadosamente el uso de materiales, el tipo de maquinaria y la movilización de personal especializado para operar en entornos complejos y de alto tránsito vehicular. Los retrasos, como en el caso del puente de Venecia, a menudo se deben a la magnitud de estas obras y a la necesidad de mantener la seguridad de la población y de los operarios.
Además, la ejecución de estas infraestructuras demanda una coordinación precisa entre distintas áreas técnicas y administrativas, siendo fundamental la transparencia en la gestión y el seguimiento por parte de entidades públicas como el IDU. Estas dificultades reflejan la importancia de comprender los procesos internos y logísticos que determinan el ritmo y la calidad final de las grandes obras viales.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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