En diálogo con la BBC, Peacock advirtió que la variante del COVID-19 hallada en el condado de Kent, Inglaterra, que ya “barrió” su país, con toda probabilidad “va a barrer al mundo”.

La especialista explicó al mismo medio que esta variante, que se ha detectado en más de 50 países actualmente y que es más virulenta, sigue presentando mutaciones y que su equipo necesitaría al menos 10 años para secuenciar cada variante del COVID-19.

“Está empezando a mutar de nuevo y estas nuevas mutaciones podrían afectar a la forma en que manejamos el virus en términos de inmunidad y de eficacia de las vacunas”, indicó Peacock a la misma cadena.

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“Una vez que superemos (el virus) o mute para dejar de ser virulento, causando enfermedades, entonces podemos dejar de preocuparnos por eso. Pero creo que, mirando en el futuro, estaremos haciendo esto durante años. En mi opinión, seguiremos haciéndolo 10 años después”, agregó la directora del programa de vigilancia genómica del Reino Unido.

Sharon Peacock señaló a la BBC que es normal que este tipo de virus tengan tantas mutaciones y que en específico la variante británica tiene la capacidad de ser más transmisible.

Además, advirtió que otras variantes podrían desarrollar la habilidad de evitar la respuesta inmunitaria de la vacuna e incluso tener el potencial de causar una enfermedad más grave.

Estas son las cosas que estamos buscando. Yo diría que ocurre con poca frecuencia, pero tenemos que estar atentos”, finalizó la especialista en el medio inglés.