Según expertos, tomar agua tiene beneficios no solo para la digestión, o la piel sino también para ayudar al peso.

De acuerdo con un estudio publicado en Obesity: A Research Journal “tras una dieta baja en calorías con una duración de 12 semanas, las personas que tomaron un vaso de agua de medio litro antes de cada comida adelgazaron un 44 % más que quienes redujeron su consumo de calorías sin incrementar la ingesta de agua”.

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Tomar agua para bajar de peso

Las cantidades de agua varían, pero la conclusión es que tomar agua es sumamente importante para el buen funcionamiento del cuerpo: ayuda al sistema circulatorio, digestivo, nervioso, es ideal para bajar de peso, evita la deshidratación durante las épocas de calor y mantiene la juventud.

Los expertos recomiendan tomar el agua en ayunas para activar ciertos órganos, también durante las jornadas de ejercicio para evitar la deshidratación y una hora antes de comer para mejorar la digestión y evitar el aumento de peso. Por eso se usa con frecuencia tomar agua en ayunas para bajar de peso.

Cuando tomas agua antes de dormir tienes también una serie de beneficios. Uno de ellos es que el agua equilibra el funcionamiento de varios órganos, lo cual puede ayudarte a alcanzar el sueño profundo. También evita los calambres y ayuda a relajarte, ya que hidrata los músculos. Incluso, tomar agua antes de dormir puede evitar infartos y accidentes cerebro vasculares, pues contribuye con el sistema circulatorio.

Podemos añadir que tomar agua es la mejor manera de eliminar toxinas del cuerpo. La noche es un buen momento para ese proceso de limpieza de los órganos.

De acuerdo con la web Farodevigo “está demostrado que beber agua ayuda a la eliminación de grasa, la quema de calorías y una mejor gestión del apetito pero, claro está, la cosa no funciona por arte de magia, y la ingesta de agua debe ir acompañada de unos buenos hábitos alimenticios y de ejercicio”.

Ayuda a quemar calorías

La página mencionada destacó un estudio de Journal of Clinical Metabolism, el cual demostró que “10 minutos después de beber un vaso de agua, el gasto energético que tenemos en reposo aumenta entre un 24 y un 30 %. Lo más increíble es que este efecto se mantiene durante una hora”.

Para mejorar aún más los resultados “se recomienda que el agua esté fría. De esta forma el cuerpo utiliza calorías extra para calentar el agua a la temperatura corporal”, destacó el medio.

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Favorece la falta de apetito

Otro de los puntos clave del agua es su poder saciante. “Este estudio publicado en la revista Obesity afirma que “su consumo reduce drásticamente la ingesta energética de alimentos entre los adultos mayores y de mediana edad”.

Ayuda a relajarnos

La Universidad de Connecticut descubrió que “no beber suficiente agua aumenta la producción de cortisol generando que, además de sentirnos más estresados, los kilos comiencen a acumularse en las caderas y el abdomen”.