Los expertos de la Clínica Mayo explican que este síndrome se presenta en el 2 % de los niños en edad escolar y los síntomas pueden aparecer hacia los 5 o 6 años. Además puede ser hereditario, lo que hace probable que el padre o la madre de los niños que presentan estos síntomas también lo tengan.

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No obstante, esta afección no conlleva a otros problemas de salud infantil y de hecho existen tratamientos que, generalmente, reducen o eliminan el síndrome.

Por ello desde el portal de Gestarsalud le contamos lo que los expertos de la Clínica Mayo saben y recomiendan para de esta afección.

¿Cómo podemos identificarlo?

Al principio, puede ser complicado identificar en los niños el síndrome de piernas inquietas; sin embargo, la Clínica Mayo explica que algunos niños lo describen como una sensación de que algo trepa, hala o quema en los muslos, las pantorrillas o los pies, en especial pueden describirlo como insectos o alguna sensación parecida.

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Asimismo, los síntomas del síndrome de las piernas inquietas normalmente empiezan por la noche, después de que el niño haya pasado tiempo sentado o acostado por un rato. Estos síntomas también pueden ocurrir durante el día, cuando el niño está sentado en el salón de clases, pero normalmente siempre empeoran en la noche.

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¿Cómo tratarlo?

En este caso según la Clínica Mayo lo más importante es llevar al niño al médico especialista; sin embargo, el tratamiento del síndrome de las piernas inquietas se enfoca en aliviar los síntomas, por ello se recomienda tomar baños de agua tibia, masajear las piernas y aplicar compresas frías o calientes para calmar los síntomas.

También se recomienda hacer con regularidad estiramientos y ejercicio moderado, además de establecer buenos hábitos para el sueño.

Por otro lado, tener una alimentación rica en hierro es indispensable, por ello vale la pena hablar con el pediatra para revisar el nivel del hierro en la sangre del niño; y si se encuentra bajo, puede que sea necesario brindarle alimentos con alto contenido de hierro como carnes rojas, verduras de hoja verde, habichuelas, legumbres en general, pan, cereales y fideos fortificados con hierro.

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Así mismo, el médico especialista podrá recomendar un suplemento de hierro, y si esto no funciona puede considerar prescribir ciertos medicamentos. Sin embargo, no es recomendable suministrar medicamentos a los niños sin la autorización de un médico especialista ya que ciertos medicamentos pueden empeorar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas.

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